jueves, 24 de diciembre de 2009

¿Existe Santa Claus?

(Tengo el placer de reproducir la respuesta a una carta enviada por una niña al editor del periódico New York en 1897)


Querido editor: Yo tengo 8 años y mis amigos dicen que santa claus no existe; por favor dígame la verdad, existe Santa Claus ?

Querida Virginia : Tus amigos están equivocados, ellos sin duda están afectados por el escepticismo de una época escéptica. Ellos solo creen lo que ven, la mente Virginia es demasiado pequeña , comparada con la inmensidad del universo. Si Virginia, Santa Claus si existe, así como existen la devoción y el amor y tu sabes que estos sentimientos nos llenan la vida de dicha y de gozo. Como seria de diferente el mundo si no hubiera Santa Claus!!! Seria tan aburrido como si no existieran Viginias, no habría cuentos de niños , ni poesías, ni canciones . Tampoco habría sueños ni ilusiones, ni suspiros, ni esperanza, que son tonterías para muchas mentes. Puedes no creer en Santa Claus o en lo sobrenatural, podrías decirle a tu papa que contrate a un hombre que vigile las chimeneas y el árbol de navidad con el fin de descubrir a Santa Claus cuando entrege los regalos. Pero que probara eso? Nadie ha visto a Santa Claus, eso no significa que no exista. Las cosas mas reales de este mundo son aquellas que ni los niños ni los adultos pueden ver.
Nadie ve las preocupaciones o las angustias, pero están ahí, los grandes sueños. han comenzado como locuras, la alegría, la fe la compasión, el perdón, siguen llenando de vida a muchos en este mundo aunque a veces nuestras mentes se resistan a aceptarlas.
Los ojos y los oídos solo nos muestran una pequeña parte de este universo, la fe, la poesía, el romance, la fantasía, no dejan que nuestra mente nos encegesca, con ellas nos abrimos a universos infinitos, plenos de posibilidades, que nos darán la luz para crear nuestro futuro, para construir nuestras realidades. Es eso real Virginia? Santa Claus existe ahora y vivirá por siempre, dentro de 10 000 años. el seguirá haciendo feliz a un niño.

Disfruten esta navidad, creyendo en uds., en los suyos, en sus afectos, en sus logros, en su fuerza,en todo lo que hay en tu vida que quizás no ven, pero existe, que si lo valoran lo podrán disfrutar como lo merecen.

Feliz navidad...

viernes, 11 de diciembre de 2009

¿Influye la economía en el grado de felicidad?




Se analizó el grado de satisfacción con la vida en 30 países en relación a su potencial económico, PIB per cápita, competitividad y productividad.
¿Hasta qué punto la riqueza de un país y de sus habitantes influye en el grado de felicidad de los mismos? Para intentar responder a esta pregunta y partiendo de diferentes fuentes y estudios internacionales, hemos analizado el grado de satisfacción con la vida de 30 países en relación a su potencial económico, la riqueza teórica de sus habitantes o PIB per cápita, su nivel de competitividad y su índice de productividad.
La información sobre el grado de felicidad (de 0 a 10) de los ciudadanos en los 30 países analizados, en relación a las cuatro variables económicas, se puede observar en las dos tablas adjuntas incluidas en los documentos ‘Felicidad, PIB países y PIB per cápita’ y ‘Felicidad, competitividad y productividad’.
Los datos sobre el grado de satisfacción con la vida provienen de la ‘Base Mundial de la Felicidad’ (World Database of Happiness 2000-2009), un estudio internacional en el que colaboran universidades de todo el mundo y que elabora la Universidad Erasmus de Rotterdam (Países Bajos).
La información sobre el PIB nominal en dólares estadounidenses (2008) y la del PIB per cápita de igual poder adquisitivo (PPA) en dólares es del Fondo Monetario Internacional (FMI); mientras que la del Índice Global de Competitividad (2009-2010) es del Foro Económico Mundial; y la de la productividad en PIB por persona ocupada (2008) es de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Costa Rica lidera el ranking de la felicidad

Lo primero que se observa a la vista de las dos tablas es que no parece que haya una estrecha relación entre las cuatro variables económicas de los diferentes países y el grado de felicidad de sus habitantes, aunque tampoco se puede afirmar lo contrario, es decir que en algunos casos esa relación existe.
Así, por ejemplo, el ranking de felicidad o grado de satisfacción con la vida está encabezado por Costa Rica (8,5 puntos sobre 10), aunque ocupa el puesto 26 en PIB nominal de los países; y su PIB per cápita la sitúa en el puesto 25. Otro tanto sucede con su competitividad (puesto 21) y su productividad (25).
Dinamarca (8,3 puntos) ocupa el segundo puesto en grado de felicidad; y le siguen Islandia (8,2), en tercer lugar, aunque actualmente se ve afectada por la terrible crisis económica por la que atraviesa; Canadá (8,0), cuarta en grado de satisfacción; Suiza (8,0), en el quinto puesto; y Finlandia (7,9), la sexta.
Sin embargo, estos cinco países, que también encabezan el ranking de grado de felicidad, ocupan mejores posiciones que Costa Rica en prácticamente todos los cuatro indicadores económicos.

México: Felices pese a los problemas

Mención aparte merece el caso de México, situado en el séptimo puesto en grado de felicidad (7,9 puntos), a pesar de los graves problemas sociales y de violencia que se viven en algunas zonas y que afectan al país en su conjunto. Aunque el PIB nominal de México ocupa el puesto 7; el PIB per cápita la sitúa en el 21; la competitividad, en el 24; y la productividad, en el 23.
De hecho, México comparte prácticamente el mismo grado de satisfacción con la vida que tienen países como Noruega (7,9 puntos); Suecia (7,8); Australia (7,7); Austria (7,7); o Luxemburgo (7,7). Todos ellos tienen mejores puestos que México en los cuatro indicadores económicos.
La posición intermedia de Luxemburgo (puesto 14) también extraña, si tenemos en cuenta que es el primer país del ranking de PIB per cápita y el cuarto en productividad; aunque ocupa el puesto 23 en PIB nominal y el 15 en competitividad.
En este grupo de grado de felicidad se encuentra también Panamá (7,8), pese a estar en los puestos de cola en cuanto a PIB nominal (27) y PIB per cápita (24) o competitividad (23).
El caso de Colombia también llama la atención al tener 7,7 puntos en grado de felicidad pese a la presencia de la guerrilla en el país. Colombia tiene un PIB nominal que la sitúa en el puesto 21, mientras que en PIB per cápita ocupa el puesto 28. Los puestos en los rankings de competitividad (25) y productividad (24) tampoco explican su alto grado de satisfacción con la vida.
Entre esos 30 países, España está en el puesto 23 en el grado de felicidad, a pesar de ser la novena potencia económica mundial. De hecho, en el ranking de PIB nominal en dólares por países, España ocupa el cuarto puesto, aunque en el PIB per cápita baja hasta el número 18. Tampoco ocupa los primeros puestos en competitividad (19) y productividad (17).

El contraste de Alemania y El Reino Unido

Otro contraste que muestra que la felicidad no está sólo en función de la riqueza del país o de los ciudadanos son los casos de Alemania (puesto 28) y Reino Unido (26), dos países potentes económicamente pero que están en la zona baja del ranking de felicidad.
Alemania ocupa el segundo puesto en PIB nominal y el 17 en PIB per cápita, mientras que en competitividad es el sexto y en productividad está en el puesto 16.
En cuanto a Reino Unido, es el tercero en PIB nominal, el 14 en PIB per cápita, el noveno en competitividad y el sexto en productividad.
El contraste también se observa en estos dos ejemplos: Emiratos Árabes está en el puesto 10 en renta per cápita y está situado en el lugar 24 de felicidad; mientras la mencionada Costa Rica, con un puesto 25 en PIB per cápita, lidera el ranking de felicidad.

España, mal posicionada

Volviendo a España, su puesto 23, con 7,3 puntos en grado de felicidad, no dice mucho del lugar que ocupa como potencia económica mundial. Tampoco se corresponde con la imagen idílica de alegría que exporta, un tópico que queda en entredicho al observar su nivel de satisfacción ante la vida.
En ese sentido, Estados Unidos, Irlanda, Austria u otros países más ‘gélidos’ están mejor posicionados que España en cuanto al grado de felicidad.
Además, contrasta, evidentemente, con el primer puesto que ocupa Costa Rica (8,5 puntos), pero también con República Dominicana, Colombia, Panamá o México, ya comentados anteriormente.

Sí, pero no

La conclusión, pues, de esta radiografía de la felicidad en los 30 países analizados, es que el tópico de que el dinero en sí mismo no da la felicidad es cierto en varios de esos países, pero también es cierto en otros casos lo contrario.
Todo ello concluye también que son necesarios otros ingredientes al margen de los meramente económicos para que los ciudadanos tengan un alto grado de satisfacción con la vida, o sea para que sean felices.

¿Quién fué Saul Alinsky?


Es el intelectual que está detrás de las campañas de Obama y de las manifestaciones republicanas como las de FreedomWorks, un gurú de los demócratas y de los conservadores estadounidenses

Saúl Alinsky es el gurú de la clase política y de la élite de Estados Unidos. Las ideas de su libro Rules for Radicals (Las Reglas de los Radicales) están presentes en los discursos de los gobernantes y en la organización de la política norteamericana.

Barack Obama se formó en los métodos de Alinksy mientras que paradójicamente las manifestaciones republicanas anti-Obama, como las de la organización FreedomWorks, tienen su ideología en los libros de Alinksy.

El libro de Alinsky argumenta que los medios más efectivos son los que nos permiten obtener los objetivos deseados. Según el autor, el objetivo intermedio para los radicales debería ser la democracia porque permite, decía Alinksy, trabajar de forma sencilla desde dentro para alcanzar fines de justicia social.

Alinsky nació en Chicago en 1909. Hijo de inmigrantes rusos se casó con Helene Simon con quien tuvo dos hijos. Estudió y se doctoró en arqueología en 1931 y trabajó como sociólogo para la División de Investigación Juvenil de Illinois.

En 1936 dejó las agencias estatales y fundó el Consejo de la Vecindad, su primer intento de crear un grupo para la reforma ciudadana de la vecindad. Más tarde fundó la Fundación de las Áreas Industriales con el fin de llevar su método a las reformas urbanas en declive.

En los años sesenta fundó la vecindad TWO que sería “el experimento social más significativo entre los negros americanos de la América de hoy en día”, según declaró el periodista Charles Silberman.

Fue a finales de los sesenta cuando Alinksy se interesó por entrenar y formar a los ciudadanos de las clases medias. Su objetivo era enseñarles a organizarse para protestar contra el deterioro de las vecindades suburbanas y las zonas marginales. Con este proyecto logró organizar a los trabajadores blancos de Chicago, los trabajadores de acero de Pittsburg, a los indios de Canadá y a los chicanos del sudoeste.

En 1971 publicó su obra más importante, “Rules of Radicals”, cuyo objetivo era dar a conocer las líneas maestras de la estrategia para organizar los movimientos sociales.

Alinksy murió en 1972 dejando una obra que sigue muy viva hoy en día y presente en los postulados políticos norteamericanos de diverso signo.

El fin justifica los medios

Alinsky creía que la democracia no es un fin en sí mismo, sino que es una forma de llegar a un objetivo final porque permite instrumentalizarla para obtener otros fines no declarados.

El impacto del pensamiento y de la obra de Alinksy ha tenido repercusión en la educación y la ideología de la clase política y la élite de Estados Unidos. Muchos son los organizadores políticos de asuntos sociales y de trabajo, y líderes sociales que han participado de los cursos de formación de la “Escuela Alinsky”.

Es tal la presente marca de Alinsky en la sociedad que hasta Hillary Clinton, la actual secretaria de Asuntos Exteriores de Estados Unidos, reconoció la influencia de Saúl Alinksy en su trabajo de tesis doctoral.


Obama: El master en el metodo Alinsky


Barack Obama no conoció personalmente a Saúl Alinsky. Cuando este murió, el actual presidente de Estados Unidos tenía 11 años. Pero desde pequeño, Obama ha seguido los métodos de Alinsky.

El presidente estadounidense tuvo tres maestros en Chicago que se formaron en las fundaciones de Alinsky y durante muchos años impartió talleres sobre los métodos del gurú.


Las enseñanzas de Alinksy tuvieron un impacto en la carrera de Obama como político social en el sur de Chicago. El actual líder demócrata, durante años, fue director del Developing Communities Project donde trabajó para los pobres, predominantemente gente afro americana, de los lejanos vecindarios del sur de Chicago.

“Todo cambio implica desorganización de lo anterior para la organización de algo nuevo”, dijo Obama durante un discurso.


No sólo Obama sigue los métodos de organización social de Saúl Alinksy sino que hasta sus más acérrimos enemigos los utilizan.

FreedomWorks es una organización republicana que lidera la campaña anti-Obama. Creada en 1984 tiene su sede en Washington DC y cientos de miles de voluntarios por todos los estados de Norteamérica. Su objetivo es el de reclutar, educar, entrenar y movilizar cientos de miles de activistas voluntarios bajo el lema “less taxes, less goverment, more freedom” (menos impuestos, menos gobierno, más libertad).

Su líder es Dick Armey y su presidente Matt Kibe quien a pesar de estar en contra del Gobierno confesó que Obama le “impresionó”. Y es que ambos aprendieron de las técnicas de agitación del movimiento social de Alinksy.



“El poder no es sólo el poder que tienes, sino el que el enemigo piensa que tienes”, escribió Alinksy.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Comprensión de lectura


Lectura 1º Año Básico
El patito feo




La mama pata va a tener patitos. Todos loa animales de la granja van a felicitarla.

Los huevos comenzaron a moverse y se fueron rompiendo uno a uno. Cada vez que se rompía un huevo, salía un lindo polluelo diciendo:

- ¡Mama, mama!

Mama pata noto que algo raro ocurría: el huevo más gordo y oscuro no se rompía.

- ¡A este flojo, tendré que ayudarlo! –dijo la mama. Le pego un pequeño picotazo

y el huevo se rompió. ¡Pero que sorpresa! El polluelo era diferente a los demás: grande, feo y oscuro.

-¿Cómo es posible que haya tenido un hijo tan feo?- decía mama pata.

Todos los animales de la granja comenzaron a murmurar loo feo que era el hijo

de la señora pata. El pavo al verlo; le dio un tremendo picotazo, y la mama pata, muy enojada le dijo: ¡Deja tranquilo a mi hijo!

El patito feo estaba muy triste porque nadie lo quería, le daban picotazos y no lo dejaban comer.

-¿Por qué será tan feo? ¡Todos se ríen de mi!. ¡P ero esto se acabo! Si nadie me quiere, me voy a ir de aquí para siempre.

El patito feo se fue, y después de mucha aventuras llego a un lago silvestre.

- De aquí no me moveré.

Llego el invierno y el patito se refugio entre los matorrales para protegerse del frío. Paso el tiempo, y llegó le primavera. Al salir de su refugio vio que todo había cambiado. Todo estaba lleno de plantas hermosas y flores. Caminó hacia el lago y vio a tres hermosos cisnes nadando.

- ¡Qué bellos son! – decía.

Se metió tímidamente al agua, y nado. Vio que los cisnes se acercaban a él, cerró los ojos y espero a ser atacado. Sin embargo, cuando no paso nada, abrió los ojos, y al ver su reflejo en el agua, descubrió que ya no era un patito feo, sino un hermoso cisne, tan bello como los que lo rodeaban.

Uno se los cisnes exclamó:

-¡Miren, tenemos un nuevo compañero!

Todos lo saludaron alegremente. ¡Había encontrado a sus verdaderos hermanos y, por fin fue feliz!



(Hans Christian Andersen)



• ¿Por qué los demás animales no querían al patito? ¿Eran tolerantes?



• ¿Qué le paso al patito durante el invierno?



• ¿Crees que las personas valen por su apariencia física? ¿Por qué?



• ¿Qué te enseña este cuento?




Don Lolo

Lectura 2º Año Basico




Esa tarde don Lolo estaba por cerrar su almacén, cuando escucho un ruido extraño tras el saco de lentejas. Al principio creyó que era el perro del vendedor de diarios, que siempre andaba buscando cosas para comer, pero cuando vio una cabecita morena que se escondía, exclamó, enojado.

- ¡A ver, a ver, muchacho…! ¡Sal de ahí!

El saco de lentejas se movió y… ¡cataplum!, el suelo quedó sembrado de puntitos de color café. Un niño de unos doce años, colorado como un tomate, tartamudeó:

- Perdón.. no me di cuenta -. Y a gatas comenzó a recoger las lentejas.

- ¿Qué hacías ahí, escondido? ¿Se puede saber? -. El almacenero miraba furioso sus mejores lentejas derramadas, pero se arrodillo también para ayudarle.

- Es que, ahora que estoy de vacaciones, ando en busca de trabajo- respondió el niño. Sus ojos negros lo miraron, asustado.

- ¿Busca trabajo? ¿Qué manera de buscar trabajo es esta?

Don Lolo no entendía nada, y se sentó en el suelo, mas enojado todavía.

- entonces ¿es verdad lo que dice la gente de usted? – dijo el niño.

- ¿Que dice la gente?

- que usted es malgenio y enojón – dijo el niño, muy serio.

- y si soy mal genio y enojón, como dicen todos ¿para que vienes a buscar trabajo aquí?

El almacenero estaba sorprendido, y dejó caer un puñado de lentejas.

El niño se quedó en silencio.

- ¡Contesta! – insistió don Lolo.

Miraba fijamente a ese niño que se atrevía a decirle malgenio y enojón sin pestañear siquiera. ¡Nunca nadie se había atrevido a semejante insolencia!

- Lo que pasa es que… es que… ¡Yo esperaba a que usted sonriera! – dijo por fin el niño.

- Un momento, un momento… ¿Tú crees que yo soy un payaso y me río solo, sin motivo? ¿También dicen eso, que me río solo? -. Don Lolo lo miró amenazador.

- ¡No, no, señor! Solo que yo… siempre he pensado que la gente que tiene tantas, tantas cosas – Con una mano mostró el arroz, los tallarines, las conservas, los chocolates -, en algún momento tiene que sonreír. Y yo pensé que el mejor momento para pedirle trabajo, sería cuando estuviera contento. ¡Pero usted no sonrío en todo el día! Y ahora yo lo hice enojar más…

Don Lolo quedó con la boca abierta. Quiso decir algo, pero se arrepintió; los dos estaban en silencio.

Al fin, el almacenero se levantó. Sacudió sus pantalones, y aparentando naturalidad, acarició la cabeza del niño. Y le dijo:

- Bueno, bueno, ya es tarde y tengo que cerrar. ¡Ah! te espero mañana a las ocho en punto. Si quieres conservar tu trabajo como ayudante mío, te recomiendo mucha puntualidad.

Por primera vez en mucho tiempo, sonrío ¡y se sintió muy bien!



(Ana María Güiraldes)



• ¿En qué trabajaba don Lolo?

• ¿Dónde estaba escondido el niño?

• ¿Cómo reaccionó don Lolo cuando vio al niño?

• ¿Qué le pidió el niño a don Lolo?

• ¿Cómo era el almacenero?

• ¿Qué debía hacer el niño para que resulte bien su trabajo?

• Imagina que tú eres vendedor o vendedora ¿Qué te gustaría vender?

 
 
 


El cocodrilo bondadoso



En un enorme bosque lleno de árboles, ríos y pantanos vivían Doris, Arturo y Tomas.

Todas las mañanas debían levantarse muy temprano, pues para ir al colegio era necesario cruzar un ancho río. Quien los transportaba por las aguas, era su amigo el cocodrilo Lucas.

Lucas siempre estaba durmiendo y roncando; le encantaba descansar.

- Despierta Lucas – decía Doris, la ratoncita.

- Tenemos que ir al colegio – gritaba Arturo el sapo.

- Apúrate – chillaba el pato Tomas.

- ¿Otra vez? – decía Lucas - ¡Todos los días lo mismo!

Lucas nunca se enojaba; ronroneando se despertaba y cruzaba a sus tres amigos.

Pero estos le gritaban y lo trataban muy mal.

- ¡Derecho Lucas, no te desvíes! – decía Doris.

- ¡No te muevas tanto, que me caigo! – gritaba Arturo.

- ¡Más rápido! – chillaba Tomas.

Lucas, siempre callado, no decía nada; los cruzaba por las mañanas y luego volvía a dormirse hasta la tarde. A esa hora los llevaba de vuelta a la otra orilla.

- ¡Más rápido!

- ¡Apúrate, tenemos hambre!

- ¡No nos mojes lo libros!

Hasta que un día, los tres animalitos llamaron y llamaron a Lucas, pero este no aparecía.

- ¡Lucas!

- ¡Lucas!

- ¡Lucas! ¿Donde estas?

Al no oírlo roncar, lo empezaron a buscar entre las plantas, cerca de los troncos, por todas partes. Sin embargo, no aparecía.

Muy enojados, pues llegarían tarde a clases, seguían llamándolo a gritos.

Entonces Lucas paso nadando sin detenerse, solo les dijo que había decidido tomar vacaciones de cocodrilos, pues estaba cansado de que le gritaran. Ni él sabia cuanto duraría el descanso.

- ¿Qué haremos? – murmuraron los tres a coro.

Muy preocupados, encontraron una solución.

Conseguirían cuatro tortugas, las pondrías a lo ancho del río y pisando una y otra llegarían al otro lado.

Así Doris, Arturo y Tomas se disponían a saltar.

- ¡Uno!

- ¡Dos!

- ¡Y…!

¡Plaff! ¡Se cayeron!

La cuarta tortuga se había dedicado a bucear.

- ¡No sirve, estamos todos mojados! – gritaron los tres, furiosos.

Hasta que Arturo, el sapo, decidió llevarlos sobre su lomo.

Así, subidos sobre el sapo empezaron a cruzar.

- ¡Más a la derecha! – decía Doris

- ¡Cuidado con la rama! – chillaba Tomás.

- ¡No te muevas! – gritaban a coro.

Arturo, entonces, se cansó, pensó en su amigo Lucas y luego dio un gran salto, a causa del cual sus amigos cayeron de boca al agua.

Cuando trataban de nadar, sintieron algo debajo del agua.

¡Era Lucas! ¡Qué alegría! Lucas entonces los llevó a pasear.

- ¡Qué bien lo haces! – decía Doris.

- ¡Navegas muy bien! – gritaba Arturo.

- ¡Me encanta como nada Lucas! – exclamaba Tomás.

Desde ese día, Lucas trabajó y tuvo vacaciones igual que sus amigos, a quienes ayudaba feliz para que fueran a estudiar.



(Adaptación de Luz Pacheco)



Encierra en un círculo las palabras de cada oración que no correspondan con el sentido del cuento



• Doris, Arturo y Tomas debían cruzar la calle.

• El cuento ocurre en una playa.

• Doris, Arturo y Lucas iban al colegio.

• Lucas ronroneaba, se enojaba y cruzaba a sus tres amigos.

• El cocodrilo pasó sin detenerse, porque había decidido tomar té.

• Arturo, el sapo, decidió llevar a los otros dos en un bote.

• Entonces, Lucas trabajo y tuvo vacaciones igual que sus hermanos.





La bruja Mon

Lectura 3º Año Básico


La bruja Mon estaba rabiosa. Llevaba toda la tarde portándose bien. ¡Ya no podía resistirlo mas!. Necesitaba urgentemente molestar a alguien.

Pensó: Si pasara una niña por aquí, la convertiría en una tortuga. Y miró a lo lejos por el camino del puente, a ver si venia alguna niña. No venia ninguna.

La bruja Mon volvió a pensar: Si pasara un niño por aquí, lo convertiría en un elefante. Y miro a lo lejos, por el camino de la montaña, a ver si venía algún niño. No venia ninguno.

La bruja Mon exclamó:

-¡Qué rabia!

Y siguió caminado y pateando piedra. Cuando llego a la montaña, diviso la boca de una cueva.

- ¡Mira que bien!- se dijo- . Ahí adentro habrá murciélagos. Los convertiré en ballenas y así no habré perdido la tarde.

Se asomo a la cueva y vio las rocas húmedas, el techo altísimo y un túnel oscuro y sin final: pero no encontró ni un solo murciélago.

-¡Que raro!- comento la bruja-. En las cuevas siempre hay murciélagos.

-¡Murciélagos! – repitió una voz.

- Eso es lo que estoy buscando- contestó la bruja distraída-, pero no hay un uno.

-¡Ni uno! – afirmó la voz.

- Es lo que acabo de decir – dijo la bruja, un poco molesta.

-¡Es lo que acabo de decir! – dijo la voz.

La bruja Mon se puso de mal humor.

-¡Yo le dije primero!- grito.

-¡Yo redije primero!- asintió la voz.

La bruja Mon miró hasta el fondo de la cueva para ver quien hablaba; y por mas que miró y remiró no vio a nadie.

-¿Dónde te escondes? – pregunto.

-¿Dónde te escondes? – pregunto la voz.

-¡Yo no me escondo! – protestó la bruja.

-¡Yo no me escondo! – protesto la voz.

Era una voz antipática y chillona. Y a la bruja Mon le parecía conocida, como si fuera de alguien de la familia. ¿De quien podía ser?

- Me da igual. – gruño la bruja -. Sea quien sea, lo voy a convertir en un pez.

Y añadió en voz alta.

-¡Sal si te atreves!

-¡Sal si te atreves! – repitió la voz.

Y la bruja Mon tuvo la sensación de que se estaba riendo de ella.

-¡Me estas haciendo burla!

-¡Haciendo burla! – aseguro la voz.

La bruja Mon se puso tan furiosa que comenzó a darse cabezazos contra las rocas

-¡Voy a convertirte en un pez tonto! – rugió.

Y la voz sin acobardarse, le devolvió la amenaza.

-¡Voy a convertirte en un pez tonto!

-¿A mi? – dijo la bruja Mon -. ¡Jamás¡

Agito su polvorienta varita y dijo rápidamente las palabras secretas:



“Tufa, contusa, tracalatufa.

Chiris, chirabo, chiridinabo.

Mala, malico, maladarico.

Por una vez,

Que salga un pez”



¿Vas a creer lo que sucedió? La voz repitió exactamente las palabras secretas, sin olvidar ninguna. Y la bruja Mon, por arte de magia, se convirtió en un pez.

El otro día la vio dentro de una pecera. ¡Y estaba roja de rabia!

(Pilar Mateos)



• ¿Cómo estaba la bruja?

emocionada – enojada – asustada.



• ¿Qué quería la bruja?

viajar con su escoba – comer murciélagos – molestar a alguien.

• La pretendía convertí a una serie de personajes en animales.


Completa



Personaje Animal

Una niña

Un niño

Un murciélago

El dueño de la voz


• Explica por que se convirtió la bruja en pez.



• Explica por medio de dibujos el cuento que acabas de leer.






Yo así no juego más.

Lectura 4º Año Básico









Si el juego es una carrera

Y solo gana el que llega,

Yo así no juego más.



Si por ganar no importa

que tu te quedes sin torta,

yo así no juego más.



Si el juego es una pelea

y solo gana el pega,

yo así no juego más.



Si estas jugando conmigo

y por ganar te lastimo,

yo así no juego más.



Yo sólo quiero jugar

porque me gusta encontrar

la risa que se perdió.



Yo sólo quiero jugar

porque es la mejor forma

de dejar pasar el sol.



¡No me quieran enseñar

como se debe jugar

que al juego lo invente yo!

• ¿Qué actitudes de tus amigos o amigas te molestan cuando están jugando? ¿Por qué?



• ¿Cuáles son algunas de tus actitudes que pueden molestar a tus amigos o amigas cuando tú juegas con ellos? Descríbelas



• ¿Cómo deberían ser los juegos, según tu opinión?



• Inventa un juego en el que todos sean ganadores.
• La pretendía convertí a una serie de personajes en animales.

Yo así no juego más.




Si el juego es una carrera

Y solo gana el que llega,

Yo así no juego más.



Si por ganar no importa

que tu te quedes sin torta,

yo así no juego más.



Si el juego es una pelea

y solo gana el pega,

yo así no juego más.



Si estas jugando conmigo

y por ganar te lastimo,

yo así no juego más.



Yo sólo quiero jugar

porque me gusta encontrar

la risa que se perdió.



Yo sólo quiero jugar

porque es la mejor forma

de dejar pasar el sol.



¡No me quieran enseñar

como se debe jugar

que al juego lo invente yo!



• ¿Qué actitudes de tus amigos o amigas te molestan cuando están jugando? ¿Por qué?



• ¿Cuáles son algunas de tus actitudes que pueden molestar a tus amigos o amigas cuando tú juegas con ellos? Descríbelas



• ¿Cómo deberían ser los juegos, según tu opinión?



• Inventa un juego en el que todos sean ganadores..

¿Qué es leer?


"Se entiende por lectura la capacidad de entender un texto escrito" (Adam y Starr, 1982).


Leer es un proceso de interacción entre el lector y el texto, proceso mediante el cual el primero intenta satisfacer los objetivos que guían su lectura.

Leer es entrar en comunicación con los grandes pensadores de todos los tiempos. Leer es antes que nada, establecer un diálogo con el autor, comprender sus pensamientos, descubrir sus propósitos, hacerle preguntas y tratar de hallar las respuestas en el texto.

Leer es también relacionar, criticar o superar las ideas expresadas; no implica, aceptar tácitamente cualquier proposición, pero exige del que va a criticar u ofrecer otra alternativa, una comprensión cabal de lo que está valorando o cuestionando.

La eficacia de la lectura depende de que estos dos aspectos estén suficientemente desarrollados.

Esto tiene unas consecuencias:

- El lector activo es el que procesa y examina el texto

- Objetivos que guíen la lectura: evadirse, informarse, trabajo...

- Interpretación de lo que se lee (el significado del texto se construye por parte del lector)

Cuando hemos pasado por el proceso de lectura y ya hemos entendido o por lo menos sabemos lo que es leer pasamos luego a la comprensión del tema leído dando paso entonces a:

La comprensión lectora

La comprensión tal, y como se concibe actualmente, es un proceso a través del cual el lector elabora un significado en su interacción con el texto ( Anderson y Pearson, 1984).

La comprensión a la que el lector llega durante la lectura se deriva de sus experiencias acumuladas, experiencias que entran en juego a medida que decodifica las palabras, frases, párrafos e ideas del autor.

La interacción entre el lector y el texto es el fundamento de la comprensión. En este proceso de comprender, el lector relaciona la información que el autor le presenta con la información almacenada en su mente; este proceso de relacionar la información nueva con la antigua es, el proceso de la comprensión.

"Decir que uno ha comprendido un texto, equivale a afirmar que ha encontrado un cobijo mental, un hogar, para la información contenida en el texto, o bien que ha transformado un hogar mental previamente configurado para acomodarlo a la nueva información.

La comprensión es el proceso de elaborar el significado por la vía de aprender las ideas relevantes del texto y relacionarlas con las ideas que ya se tienen: es el proceso a través del cual el lector interactúa con el texto. Sin importar la longitud o brevedad del párrafo, el proceso se da siempre de la misma forma.

En definitiva, leer, más que un simple acto mecánico de descifrado de signos gráficos, es por encima de todo un acto de razonamiento, ya que de lo que se trata es de saber guiar una serie de razonamientos hacia la construcción de una interpretación del mensaje escrito a partir de la información que proporcionen el texto y los conocimientos del lector, y, a la vez, iniciar otra serie de razonamientos para controlar el progreso de esa interpretación de tal forma que se puedan detectar las posibles incomprensiones producidas durante la lectura.

Se llevaron a cabo múltiples investigaciones referentes a este tema, y puede destacarse la del autor Hall (1989), el cual sintetiza en cuatro puntos lo fundamental de éste área:

- La lectura eficiente es una tarea compleja que depende de procesos perceptivos, cognitivos y lingüísticos.

La lectura es un proceso interactivo que no avanza en una secuencia estricta desde las unidades perceptivas básicas hasta la interpretación global de un texto, sino que el lector experto deduce información de manera simultánea de varios niveles distintos, integrando a la vez información grafofónica, morfémica, semántica, sintáctica, pragmática, esquemática e interpretativa.

- El sistema humano de procesamiento de la información es una fuerza poderosa, aunque limitada, que determina nuestra capacidad de procesamiento textual.

La lectura es estratégica. El lector eficiente actúa deliberadamente y supervisa constantemente su propia comprensión. Está alerta a las interrupciones de la comprensión, es selectivo en dirigir su atención a los distintos aspectos del texto y precisa progresivamente su Interpretación textual.


jueves, 12 de noviembre de 2009

Tú también puedes



Un gran ejemplo de superación y lucha por sus ideales...
No hay que darse por vencido fácilmente.

El joven Demóstenes soñaba con ser un gran orador,
sin embargo este propósito parecía una locura desde
todo punto de vista.

Su trabajo era humilde, y de extenuantes horas a
la intemperie.

No tenía el dinero para pagar a sus maestros,
ni ningún tipo de conocimientos.

Además tenía otra gran limitación: Era tartamudo.

Demóstenes sabía que la persistencia y la
tenacidad hacen milagros y, cultivando estas
virtudes, pudo asistir a los discursos de los
oradores y filósofos más prominentes de la época.
Hasta tuvo la oportunidad de ver al mismísimo Platón
exponer sus teorías.

Ansioso por empezar, no perdió tiempo en preparar
su primer discurso.

Su entusiasmo duro poco: La presentación fue un desastre.

A la tercera frase fue
interrumpido por los gritos de protesta de la audiencia:

- ¿Para qué nos repite diez veces la misma frase?
-dijo un hombre seguido de las carcajadas del público.

- ¡Hable más alto! -exclamó otro-. No se escucha,
¡ponga el aire en sus pulmones y no en su cerebro!

Las burlas acentuaron el nerviosismo y el tartamudeo
de Demóstenes, quien se retiró entre los abucheos sin
siquiera terminar su discurso.

Cualquier otra persona hubiera olvidado sus sueños
para siempre. Fueron muchos los que le aconsejaron -y
muchos otros los que lo humillaron- para que desistiera
de tan absurdo propósito.

En vez de sentirse desanimado, Demóstenes tomaba esas
afirmaciones como un desafió, como un juego que él
quería ganar.

Usaba la frustración para agrandarse, para llenarse
de fuerza, para mirar más lejos. Sabía que los premios
de la vida eran para quienes tenían la paciencia y
persistencia de saber crecer.

- Tengo que trabajar en mi estilo.- se decía a sí
mismo.
Así fue que se embarcó en la aventura de hacer todo
lo necesario para superar las adversas circunstancias
que lo rodeaban.

Se afeitó la cabeza, para así resistir la tentación
de salir a las calles. De este modo, día a día, se aislaba
hasta el amanecer practicando.

En los atardeceres corría por las playas, gritándole
al sol con todas sus fuerzas, para así ejercitar sus
pulmones.

Más entrada la noche, se llenaba la boca con piedras
y se ponía un cuchillo afilado entre los dientes para
forzarse a hablar sin tartamudear.

Al regresar a la casa se paraba durante horas frente
a un espejo para mejorar su postura y sus gestos.

Así pasaron meses y años, antes de que de que
reapareciera de nuevo ante la asamblea defendiendo con
éxito a un fabricante de lámparas, a quien sus ingratos
hijos le querían arrebatar su patrimonio.

En esta ocasión la seguridad, la elocuencia y la
sabiduría de Demóstenes fue ovacionada por el público
hasta el cansancio.

Demóstenes fue posteriormente elegido como embajador de
la ciudad.

Su persistencia convirtió las piedras del camino en las
rocas sobre las cuales levantó sus sueños.

Tú sabes: cuando realmente has sido
persistente y has mantenido tu compromiso,
muchas veces en tu vida, has convertido
en posible lo imposible. Nunca lo olvides.

Espero les haya gustado.

martes, 10 de noviembre de 2009

Einstein contra el ateismo arrogante


El genial físico y matemático reconocía su fascinación por "la figura luminosa del Nazareno" y criticaba el fanatismo de ciertos ateos.
Que muchos hombres inteligentes hayan militado a favor o en contra del deísmo puede hacer pensar en nuestra capacidad de buscar la verdad usando la inteligencia.
“¿Si el cristianismo es tan razonable por qué Celso, Plotino, Hobbes, Maquiavelo, Voltaire, Rousseau, Goethe, Melville, Jefferson, Shaw, Russell, Franklin, Sartre, Camus, Nietzsche, Marx, Freud y Skinner lo rechazaron?”, pregunta el Handbook of Christian Apologetics de Peter Kreeft y Ronald K. Tacelli.

Dejando aparte que parece que Voltaire sí murió católico y reconciliado y que Camus en sus últimos años redescubrió la fe cristiana, una respuesta rápida ---aunque un poco anglocéntrica--- puede ser que “el listado de no creyentes es fácil de superar con Pablo, Juan, Agustín, Tomás de Aquino, Anselmo, Buenaventura, Scoto, Lutero, Calvino, Descartes, Pascal, Leibniz, Berkeley, Galileo, Copérnico, Kepler, Newton, Newman, Lincoln, Pasteur, Kierkegaard, Shakespeare, Dante, Chesterton, Lewis, Solzhenitsin, Tolstoy, Dostoyevsky, Tolkien, Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel, T.S. Eliot, Dickens, Milton, Spenser y Bach, por no mencionar un tal Jesús de Nazaret”.
Y continúa el manual de Kreeft y Tacelli:
“las mentes brillantes a menudo rechazan el cristianismo porque no quieren que sea verdad, porque no está de moda o simplemente porque el cristianismo pide obediencia, arrepentimiento y humildad”.

Einstein y los ateos

Es curioso que en ninguna de estas listas de mentes brillantes salga el genial físico y matemático Albert Einstein. Y es que Einstein era deísta. Creía en un Dios que daba orden y armonía al Universo. Siempre rechazó ser ateo, incluso rechazó ser panteísta. Dios no estaba en el Universo, sino detrás del Universo. Sin embargo nunca aceptó que fuese un Ser Personal. Y mucho menos que interviniese alterando las leyes naturales. Einstein no creía que Dios tuviese libre voluntad, pero es que tampoco creía que los hombres la tuviesen.


En EE.UU. se publicó una biografía de Einstein a cargo de Walter Isaacson.
“A lo largo de su vida, Einstein fue constante al rechazar la acusación de ser ateo. ‘Hay gente que dice que no hay Dios, pero lo que realmente me enfada es que me citan para apoyar su punto de vista’, dijo a un amigo.
Al contrario que Sigmund Freud o Bertrand Russell o George Bernard Shaw, Einstein nunca sintió la necesidad de denigrar a los que creían en Dios. Al contrario, tendía a denigrar a los ateos: ‘lo que me separa de la mayoría de esos que se llaman ateos es un sentimiento de radical humildad hacia los secretos inalcanzables de la armonía del cosmos’, explicaba.
‘Los ateos fanáticos’, escribió en una carta, ‘son como esclavos que aún sienten el peso de las cadenas que arrojaron tras un duro esfuerzo. Son criaturas que en su pleito contra la religión tradicional como opio de las masas, no pueden escuchar la música de las esferas”.

Otra de las cosas que distinguen a Einstein de los ateos modernos y groseros es que reconoce los logros históricos de la Iglesia, especialmente los que vivió en carne propia. Así, el 23 de diciembre de 1940 declaraba en la revista “Time” sobre la facilidad con que Alemania adoptó la cultura nazi:
"Cuando tuvo lugar la revolución en Alemania, miré con confianza a las universidades, pues sabía que siempre se habían enorgullecido de su devoción por la causa de la verdad. Pero las universidades fueron amordazadas. Entonces confié en los grandes editores de los diarios que proclamaban su amor por la libertad. Pero, al igual que las universidades, también ellos tuvieron que callar, sofocados en pocas semanas. Sólo la Iglesia permaneció firme, en pie, para cerrar el camino a las campañas de Hitler que pretendían suprimir la verdad. Antes nunca había experimentado un interés particular por la Iglesia, pero ahora siento por ella un gran afecto y admiración, porque la Iglesia fue la única que tuvo la valentía y la constancia para defender la verdad intelectual de la libertad moral."



La juventud del genio

Einstein nació en una familia judía sin fe ni práctica religiosa. El único pariente que iba a la sinagoga era agnóstico y decía al joven Albert que acudía porque “nunca se sabe”.

A los 6 años, sus padres metieron al niño en una gran escuela católica. Era el único judío entre los 70 alumnos de su clase. Como todos ellos, hizo la asignatura de religión católica y según Walter Isaacson la disfrutó.
Un poco antes de los 10 el joven Albert decidió ser un judío devoto en oposición a sus padres: no comer cerdo, mantener el Sabbath, la pureza kosher, incluso componía sus propios himnos y los cantaba camino del colegio.

A los 10 años, un estudiante de medicina de 21 años llamado Max Talmud que cada semana comía en su casa le dejó unos libros de divulgación de ciencias naturales escritos por Aaron Bernstein, que insistían en la relación entre la biología y la física. Ahí despegó el intelecto de Einstein hacia la física y la matemática, un intelecto hasta entonces adormecido.

A los 12 años abandonó el judaísmo. “Leyendo libros de divulgación científica pronto alcancé la convicción de que muchas de las historias de la Biblia no podían ser ciertas. La consecuencia fue una orgía decididamente fanática de librepensamiento con la impresión de que los jóvenes eran intencionadamente engañados por el estado con mentiras; un impresión aplastante”, cita Isaacson.
Uno no puede evitar pensar que los Onfray, Harris, Dawkins y Weinberg que hoy se presentan como pensadores maduros y adultos están en la fase radical que Einstein atravesó a sus 12 años.

Hay que dejar claro que los libros de Aaron Berstein no fueron culpables de esta falta de fe: sus libros de divulgación no veían incompatibilidad entre ciencia y fe. “la inclinación religiosa yace en la tenue conciencia que mora en los hombres de que toda la naturaleza, incluidos los humanos, no es un juego accidental sino un resultado de la ley de que hay una causa fundamental a toda la existencia.”
En 1929, en una cena en Berlín, teniendo casi 50 años, Einstein ya empezaba a establecerse en su postura deísta y se negó a comparar la religión con la superstición astrológica. “No puede ser, ¿no será usted religioso?”, le preguntaron. Y él respondió:
“Intente penetrar con nuestros medios limitados en los secretos de la naturaleza y encontrará que más allá de todas las leyes discernibles y sus conexiones, permanece algo sutil, intangible, inexplicable. Venerar esta fuerza que está más allá de todo lo que podemos comprender es mi religión. En ese sentido soy, de hecho, religioso.”
Es curioso que Sócrates y Platón consideraran que hasta los 50 años no se puede ser filósofo, que se necesita toda una vida de entrenamiento en las ciencias y en la vida misma para alcanzar la sabiduría básica, que el joven no puede ser sabio. Contagiaron de esta idea al pensamiento filosófico antiguo y medieval, en contraste con la vivencia cristiana de que jóvenes y niños pueden ser santos, es decir, sabios a la manera de Dios. Escándalos para griegos: Jesús niño enseñando en el templo, o el “te doy gracias Padre porque has enseñado a los pequeños lo que ocultaste a los sabios”.
Pero es en 1929, a los 50 años, cuando Einstein formula su veneración por el misterio, que es algo más que una X en una ecuación o un enigma por resolver.
La figura luminosa del nazareno
A esa edad concede una entrevista a George Sylvester Viereck, un alemán que vivía en EEUU desde niño. Einstein pensaba que Viereck era judío. En realidad, Viereck presumía de ser pariente del Kaiser y durante la Segunda Guerra Mundial le detendrían por ser propagandista de la causa alemana. En la época que entrevistó a Einstein se ganaba la vida entrevistando grandes hombres... y escribiendo poesía erótica.
--- ¿Hasta qué punto está usted influido por el cristianismo?
--- De niño recibí instrucción tanto en la Biblia como en el Talmud. Soy judío, pero estoy embelesado por la figura luminosa del Nazareno.
--- ¿Acepta la existencia histórica de Jesús?
--- Incuestionablemente. Nadie puede leer los evangelios sin sentir la presencia real de Jesús. Su personalidad palpita en cada palabra. Ningún mito está lleno de tal vida.
--- ¿Cree usted en Dios?
--- No soy un ateo. No creo que pueda llamarme panteísta. El problema implicado es demasiado vasto para nuestras mentes limitadas. Estamos en la posición de un niño pequeño entrando en una gran biblioteca llena de libros en muchos idiomas. El niño sabe que alguien debe haber escrito esos libros. No sabe cómo. No entiende los idiomas en que están escritos. El niño tenuemente sospecha que hay un orden misterioso en la ordenación de los libros pero no sabe cuál será. Esta es, me parece, la actitud de incluso el humano más inteligente hacia Dios. Vemos el universo maravillosamente ordenado y obedeciendo ciertas leyes, pero sólo tenuemente entendemos estas leyes.
--- ¿Es este un concepto judío de Dios?
---Soy un determinista, no creo en el libre albedrío. Los judíos sí creen en el libre albedrío. Creen que un hombre modela su propia vida. Yo rechazo esa doctrina. En ese tema, no soy judío.
--- ¿Es ése el Dios de Espinoza?
--- Me fascina el panteísmo de Espinoza, pero admiro aún más su contribución al pensamiento moderno porque fue el primer filósofo que trató del cuerpo y el alma como un todo, no como dos cosas separadas.
--- ¿Cree usted en la inmortalidad?
--- No. Y una vida es bastante para mí.
Einstein y el poeta bengalí Rabindranath Tagore se encontraron en 1930
y hablaron de música, arte y pensamiento (aquí en inglés).

La emoción del misterio

Einstein pronto vio que sus opiniones sobre estos y otros temas interesaban a muchos, así que en 1930 publicó un credo, “En qué creo”, apoyando a un grupo de derechos humanos. En él defendía la noción de misterio.


“La emoción más hermosa que podemos experimentar es lo misterioso. Es la emoción fundamental que está en la cuna de todo verdadero arte y ciencia. Aquel a quien esta emoción le es ajena, que ya no puede maravillarse y extasiarse en reverencia, es como si estuviera muerto, un candil apagado. Sentir que detrás de lo que puede experimentarse hay algo que nuestras mentes no pueden asir, cuya belleza y sublimidad nos alcanza sólo indirectamente: esto es la religiosidad. En esto sentido, y sólo en este, soy un hombre devotamente religioso.”
Posteriormente dio una charla en el Seminario de la Unión Teológica de Nueva York, del que salieron frases en los periódicos que se hicieron famosas. Allí es donde dijo que “la ciencia puede ser creada sólo por quienes están profundamente imbuidos por la aspiración hacia la verdad y el entendimiento”. Y que “la fuente de este sentimiento, sin embargo, brota de la esfera de la religión”. Su frase más famosa de ese día se cita a menudo: “la ciencia sin la religión es coja; la religión sin la ciencia es ciega”.


El Einstein determinista

Einstein aceptaba un Dios detrás de las leyes inmutables del cosmos. Lo que no aceptaba es un Dios con poder o voluntad de cambiar estas leyes. Para él, las leyes físicas estaban predeterminadas... y las acciones de los hombres también.
En su credo se adhirió a la frase de Schopenhauer: “un hombre puede hacer lo que quiera, pero no querer lo que quiera”. Los deseos, ilusiones, maldades y bondades de un hombre vienen dados, determinados, por leyes inmutables.
Eso no quiere decir que por razones prácticas no debamos encerrar a los asesinos, aunque filosóficamente creamos que, en realidad, no son responsables, que estaban “obligados” a asesinar.
“Sé que filosóficamente un asesino no es responsable de su crimen, pero prefiero no tomar el té con él”, declaró.
Vivir “como si fuésemos libres y éticos” (aunque no lo seamos) era la propuesta de Einstein para una sociedad más civilizada. Una especie de vivir una ficción... que funcione. Apoyó que EE-UU. desarrollara la bomba atómica para frenar el nazismo, pero luego luchó por el control de la energía nuclear. Ayudó a refugiados judíos, habló en defensa de la justicia racial, plantó cara al McCarthismo, intentó trabajar en defensa de la paz.
“Para Einstein fue la ausencia de milagros lo que reflejaba una providencia divina, el hecho de que el mundo fuese comprensible, que siguiese leyes... eso era digno de reverencia”, concluye su biógrafo Walter Isaacson.


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Artefactos










Mitos y Leyendas


La creación de Chile

"En el principio, Dios creó las maravillas del mundo. Sin embargo, cuando terminó se dio cuenta que había muchos trozos sueltos. Tenía partes de ríos y valles, de glaciares y desiertos, de montañas y bosques y praderas y colinas. En vez de dejar que estas maravillas se perdieran, Dios las dispuso todas en el lugar más remoto de la tierra. Así es como se creó Chile".

El Caleuche

Cuenta la leyenda que el Caleuche es un buque fantasma que navega por los mares de Chiloé y los múltiples canales del sur. Poderosos brujos conforman su tripulación, la que sólo navega por las noches, jamás con luz de día. Según la creencia popular las personas que han muerto ahogadas son recogidas por este misterioso barco desde las profundidades del mar para ser acogidas en la vida eterna. Si bien la embarcación brinda hogar a aquellos que han naufragado, no es igual de gentil con aquellos que se han atrevido a dirigirle la mirada de frente. Los tripulantes castigan a los ?osados? torciéndoles la boca o la espalda, e incluso en ocasiones, dándoles la muerte.
Para ocultarse de las miradas no deseadas, El Caleuche tiene la facilidad de transformarse en un simple madero flotante o simplemente hacerse invisible. Otros lo identifican como el barco que se oculta en la neblina que él mismo genera para esconderse de las personas.
No obstante, el Caleuche también puede ser compasivo. Cuando navega cerca de las costas y se apodera de ciertas personas, las lleva a visitar ciudades instaladas en el fondo del mar, revelándoles las ubicaciones de las grandes fortunas ocultas en el mar y permitiéndoles gozar de ellas con la amenazante condición de que mantengan esos secretos hasta la muerte. Si no lo hacen se exponen a ser severamente castigados por los ?brujos? tripulantes. Las malas lenguas dicen que cuando un comerciante logra hacerse de una rápida fortuna, es debido a que ha tenido contactos ocultos con el barco ¿fantasma?

El Trauco

Las miles de jovencitas y mujeres que alguna vez quedaron embarazadas sin desearlo y que, además de querer negar su estado, debían ocultar a toda costa la identidad del futuro padre encontraron la salvación y el perdón al adjudicarle la responsabilidad de ?tan ajena situación? a un famoso y conocido personaje de la mitología chilena: El Trauco.
Y es que al El Trauco se le conoce como aquel brujo, chico y feo que pasaba sus días encaramado sobre los árboles a la espera de lanzarse sobre alguna de las inocentes jovencitas que daban un paseo por el bosque. Ante la mirada ?matadora? del Trauco, las niñas -pese al miedo y las ganas de escapar- se quedaban cautivadas ante sus ojos y caían rendidas ante él, en un profundo y alucinante sueño de amor.
Al despertar, las ya no ?tan ingenuas? niñas, al ver sus ropas y sus cabellos, se daban cuenta de que estaban extrañamente desordenados y revueltos. Saben que ?algo? ha ocurrido en sus cuerpos y presas del pánico corren a sus casas a dar cuenta a sus padres de que han sido víctimas del ?hechizo? del Trauco.

La Añañuca

La Añañuca es una flor típica de la zona norte de nuestro país, que crece específicamente entre Copiapó y el valle de Quilimarí, en la región de Coquimbo. Pocos saben que su nombre proviene de una triste historia de amor...
Cuenta la leyenda, que en tiempos previos a la Independencia, la Añañuca era una flor joven de carne y hueso que vivía en un pueblo nortino. Un día, un minero que andaba en busca de la mina que le traería fortuna, se detuvo en el pueblo y conoció a la joven. Ambos se enamoraron y el apuesto minero decidió relegar sus planes y quedarse a vivir junto a ella. Eran muy felices, hasta que una noche, el minero tuvo un sueño que le reveló el lugar en dónde se encontraba la mina que por tanto tiempo buscó... Al día siguiente en la mañana tomó la decisión: partiría en busca de la mina.
La joven desolada, esperó y esperó, pero el minero nunca llegó. Se dice de él que se lo tragó el espejismo de la pampa. El hermoso joven producto de la gran pena murió y fue enterrada en un día lluvioso en pleno valle. Al día siguiente salió el sol y el valle se cubrió de flores rojas que recibieron el nombre de infeliz mujer.

La Pincoya

En una sola mujer descansa la suerte de los pescadores de la isla de Chiloé. Se trata de una sirena conocida como La Pincoya, cuya misión está profundamente ligada a la feminidad: fecundar a todos los seres vivos del mar. Así, la abundancia o escasez de peces y mariscos dependerá de sus bondades. Cuando la Pincoya sale de las profundidades del mar cada mañana y comienza su danza con los brazos extendidos mirando al mar, corresponde al anuncio de que la pesca será abundante. Por el contrario, si baila en dirección a la costa significa que los peces se alejarán. Se supone que esto sucede cuando la sirena ha estimado necesario arrastrar las riquezas del mar hacia otras zonas más necesitadas.
Para que los pescadores sean favorecidos por la Pincoya deben mantener una actitud positiva, alegre y de compañerismo. Además, deben rotar los sitios en donde pescan, ya que el abuso de extracción en un mismo lugar es considerado un motivo de enojo para la Pincoya, quien decide abandonar esa zona dejándola estéril.
Existe también otra versión que la relaciona con una ninfa de cabellos de oro que mediante sus silbidos hacía emerger desde el fondo del mar un tronco de oro macizo sobre el cual peinaba sus cabellos y el que traía prosperidad y abundancia a las costas. Durante las noches entonaba canciones amorosas que embrujaban a quienes las escuchaban.
Todos iban en busca de la Pincoya para pedirle favores, pero repentinamente desapareció del lugar. Se dice que fue robada para impregnar de buena fortuna a nuevas costas.

La desaparición de la ciudad de La Serena

Algunos dichos populares dicen: ?El amor mueve montañas? o ?El amor es más fuerte?, pero tras conocer la siguiente historia deberíamos instaurar uno que dijera: ?El amor hace desaparecer ciudades?.
Y es que la leyenda de la ?Desaparición de la ciudad de La Serena? nos cuenta la historia de Juan Soldado, un joven buen mozo y muy humilde que se enamora de la única hija del rico cacique de la ciudad. Pese al enfático rechazo de su padre, la chica se enamora de Juan Soldado y decide casarse con él. Justo en el momento en que el cura iba a dar inicio al sacramento, en la iglesia se comenzó a sentir un fuerte alboroto. Todos los presentes comentaron que se acercaba a la ciudad el padre de la novia, con la firme intención de matar a los futuros esposos para luego, incendiar y destruir toda la ciudad.
Nadie sabe qué, ni cómo pasó, pero el asunto es que cuando el padre enfurecido pisó los alrededores de la ciudad, ésta de pronto se desvaneció, se esfumó.
Acompañado de sus soldados recorrió a caballo montes y praderas, pero todo era un peladero. La ciudad no estaba. Había desaparecido.
Cuentan que, a veces, por lo general los sábados, las personas que pasan cerca del lugar donde estaba emplazada dicha ciudad, se escuchan música y canciones. Otros dicen que para viernes Santo la ciudad se hace visible a los que la contemplan desde lejos, pero la imagen comienza a desvanecerse en la medida en que la gente se acerca a ella.


Fuente: www.chile.com

Fábulas


El perro que suelta la presa

(Fábula de La Fontaine)

En cierta ocasión un perro cruzaba un río.

Desde el puente, miró hacia abajo y en el agua vio reflejado el carnoso hueso que llevaba apretado entre sus propios dientes.
Sin pensarlo, soltó la presa que tenía y se lanzó al agua para apoderarse del hueso que vio en el agua.
A duras penas pudo salir, por poco termina ahogado ya que la corriente lo arrastró y se llevó con ella el hueso que tenía seguro entre sus dientes y nunca encontró la imagen que quiso rescatar.

MORALEJA: No hay que despreciar lo seguro por aquello que es ilusión.



El jardinero y su amo

(Tomás de Iriarte)

Había una vez un joven jardinero que estaba a cargo de un gran jardín con una hermosa fuente de peces, toda rodeada de árboles y flores.
El muchacho estaba tan preocupado de que las flores crecieran sanas y bellas que, sin darse cuenta, se olvidó de cuidar de los peces de la fuente.
Entonces, el dueño de casa lo llamó y le dijo:
— Aunque me gustan las flores, también quiero a mis peces. Por favor no los descuides.
Y, como el jardinero era una persona muy diligente, puso el mayor de los cuidados en los peces y en su fuente. Pero se afanó tanto en esta tarea que muy luego descuidó las flores.
Entonces, el dueño de casa lo volvió a llamar y lo reprendió de nuevo:
— Amigo mío, para que yo pueda considerarte un buen jardinero debes cuidar tanto de mis flores como de mis peces. Apréndelo bien.
Y al joven jardinero nunca más se le olvidó.

¿Qué enseñanza podemos sacar de esta fábula?
Cuando perfecciones una obra o te dediques con pasión a ella, preocúpate de que no sea a costa de descuidar o aruinar otra.


Un oso entre dos amigos

(Féliz María de Samaniego)

Había una vez dos pequeños amigos que paseaban tranquilamente por la espesa arboleda de un bosque, cuando de pronto apareció ante ellos un enorme oso que los asustó mucho.
El animal avanzó de modo decidido hacia los niños y entonces uno de ellos corrió y se subió rápidamente a un árbol, sin pensar siquiera si su amigo necesitaba ayuda.
El otro, aterrorizado, se dejó caer en el suelo y, fingiéndose muerto, contuvo la respiración dejando que el oso lo olfateara.
Como el oso lo creyó muerto (y, según se cuenta, a los osos no les gusta alimentarse de cadáveres), se alejó pacíficamente sin hacerle daño.
Entonces el niño del árbol bajó a abrazar a su amigo y le dijo:
— Me pareció que el oso te decía algo al oído. ¿Qué fue?
— Así es, contestó el otro. Me ha revelado un valioso secreto y es éste:

No confíes en aquellos amigos que cuando te ven en dificultades te abandonan.



El sol y las ranas

(Fábula de La Fontaine)

Muy asustadas, las ranas de una pequeña laguna se reunieron en consejo.
Les habían informado que, desde ese día en adelante, el Sol calentaría a la Tierra sólo durante seis meses en el año. El resto de los meses serían de oscuridad y frío.
–¿Qué podremos hacer? –se quejaban amargamente. Se secarán las lagunas, los charcos y los ríos. No podremos disfrutar de nuestra actual y placentera vida; desaparecerán los insectos que nos alimentan. No es justo; debemos protestar.
En eso estaban, cuando desde lo alto, una voz les preguntó:
–¿Están protestando porque su propio bienestar terminará?
–Sí –respondieron a coro todas las ranas.
–¿Sólo por ustedes protestan..., para su bienestar desean que el Sol siga alumbrando y calentando la Tierra durante todo el año?
–¿Y tendríamos que desearlo por alguien más? –preguntaron, a su vez, sorprendidas, las ranas.

Moraleja: Cuando estamos en problemas, somos tan egoístas que sólo pensamos en nosotros mismos y nos olvidamos del prójimo.


La rana y la gallina

(Tomás de Iriarte)

Desde su charco una parlera rana oyó cacarear a una gallina.

–Vaya –le dijo–, no creyera, hermana, que fueras tan incómoda vecina. Y con toda esa bulla, ¿qué hay de nuevo?
–Nada, sino anunciar que pongo un huevo.
–¿Un huevo solo? ¡Y alborotas tanto!
–Un huevo solo; sí, señora mía. ¿Te espantas de eso cuando yo no me espanto de oírte como graznas noche y día? Yo, porque sirvo de algo, lo publico; tú, rana, que de nada sirves, calla el pico.

MORALEJA: Si tienes que alardear por algo, que sea por algo útil.

martes, 27 de octubre de 2009

Cuentos


El Muñeco de Nieve

Había dejado de nevar y los niños, ansiosos de libertad, salieron de casa y empezaron a corretear por la blanca y mullida alfombra recién formada.
La hija del herrero, tomando puñados de nieve con sus manitas hábiles, se entrego a la tarea de moldearla.
Hare un muñeco como el hermanito que hubiera deseado tener se dijo.
Le salio un niñito precioso, redondo, con ojos de carbón y un botón rojo por boca. La pequeña estaba entusiasmada con su obra y convirtió al muñeco en su inseparable compañero durante los tristes dias de aquel invierno. Le hablaba, le mimaba...
Pero pronto los días empezaron a ser mas largos y los rayos de sol mas calidos... El muñeco se fundió sin dejar mas rastro de su existencia que un charquito con dos carbones y un botón rojo. La niña lloro con desconsuelo.
Un viejecito, que buscaba en el sol tibieza para su invierno, le dijo dulcemente: Seca tus lágrimas, bonita, por que acabas de recibir una gran lección: ahora ya sabes que no debe ponerse el corazón en cosas perecederas.

Fin

La Gata Encantada

Erase un príncipe muy admirado en su reino. Todas las jóvenes casaderas deseaban tenerle por esposo. Pero el no se fijaba en ninguna y pasaba su tiempo jugando con Zapaquilda, una preciosa gatita, junto a las llamas del hogar. Un día, dijo en voz alta:
Eres tan cariñosa y adorable que, si fueras mujer, me casaría contigo.
En el mismo instante apareció en la estancia el Hada de los Imposibles, que dijo:
Príncipe tus deseos se han cumplido.
El joven, deslumbrado, descubrió junto a el a Zapaquilda, convertida en una bellísima muchacha.
Al día siguiente se celebraban las bodas y todos los nobles y pobres del reino que acudieron al banquete se extasiaron ante la hermosa y dulce novia. Pero, de pronto, vieron a la joven lanzarse sobre un ratoncillo que zigzagueaba por el salón y zampárselo en cuanto lo hubo atrapado. El príncipe empezó entonces a llamar al Hada de los Imposibles para que convirtiera a su esposa en la gatita que había sido. Pero el Hada no acudió, y nadie nos ha contado si tuvo que pasarse la vida contemplando como su esposa daba cuenta de todos los ratones de palacio.

Fin.

El Papel y La Tinta

Estaba una hoja de papel sobre una mesa, junto a otras hojas iguales a ella, cuando una pluma, bañada en negrísima tinta, la mancho llenándola de palabras.
¿No podrías haberme ahorrado esta humillación? Dijo enojada la hoja de papel a la tinta. Tu negro infernal me ha arruinado para siempre.
No te he ensuciado. Repuso la tinta. Te he vestido de palabras. Desde ahora ya no eres una hoja de papel, sino un mensaje. Custodias el pensamiento del hombre. Te has convertido en algo precioso.
En efecto, ordenando el despacho, alguien vio aquellas hojas esparcidas y las junto para arrojarlas al fuego. Pero reparo en la hoja "sucia" de tinta y la devolvió a su lugar porque llevaba, bien visible, el mensaje de la palabra. Luego, arrojo las demás al fuego.

Fin.

El Nuevo Amigo

Erase un crudo día de invierno. Caía la nieve, soplaba el viento y Belinda jugaba con unos enanitos en el bosque. De pronto se escucho un largo aullido.
¿Que es eso? Pregunto la niña .
Es el lobo hambriento. No debes salir porque te devoraría le explico el enano sabio.
Al día siguiente volvió a escucharse el aullido del lobo y Belinda, apenada, pensó que todos eran injustos con la fiera. En un descuido de los enanos, salio, de la casita y dejo sobre la nieve un cesto de comida.
Al día siguiente ceso de nevar y se calmo el viento. Salio la muchacha a dar un paseo y vio acercarse a un cordero blanco, precioso.
¡Hola, hola! Dijo la niña. ¿Quieres venir conmigo?
Entonces el cordero salto sobre Belinda y el lobo, oculto se lanzo sobre el, alcanzándole una dentellada. La astuta y maligna madrastra, perdió la piel del animal con que se había disfrazado y escapo lanzando espantosos gritos de dolor y miedo.
Solo entonces el lobo se volvió al monte y Belinda sintió su corazón estremecido, de gozo, más que por haberse salvado, por haber ganado un amigo.

Fin.

La Ratita Blanca

El Hada soberana de las cumbres invito un día a todas las hadas de las nieves a una fiesta en su palacio. Todas acudieron envueltas en sus capas de armiño y guiando sus carrozas de escarcha. Pero una de ellas, Alba, al oír llorar a unos niños que vivían en una solitaria cabaña, se detuvo en el camino.
El hada entro en la pobre casa y encendió la chimenea. Los niños, calentándose junto a las llamas, le contaron que sus padres hablan ido a trabajar a la ciudad y mientras tanto, se morían de frío y miedo.
-Me quedare con vosotros hasta el regreso de vuestros padres -prometió ella.
Y así lo hizo; a la hora de marchar, nerviosa por el castigo que podía imponerle su soberana por la tardanza, olvido la varita mágica en el interior de la cabaña. El Hada de las cumbres contemplo con enojo a Alba.
Cómo? , No solo te presentas tarde, sino que además lo haces sin tu varita? ¡Mereces un buen castigo!
Las demás hadas defendían a su compañera en desgracia.
-Ya se que Alba tiene cierta disculpa. Ha faltado, sí, pero por su buen corazón, el castigo no será eterno. Solo durara cien años, durante los cuales vagara por el mundo convertida en ratita blanca.
Amiguitos, si veis por casualidad a una ratita muy linda y de blancura deslumbrante, sabed que es Alba, nuestra hadita, que todavía no ha cumplido su castigo...

Fin


La Ostra y El Cangrejo

Una ostra estaba enamorada de la Luna. Cuando su gran disco de plata aparecía en el cielo, se pasaba horas y horas con las valvas abiertas, mirándola.
Desde su puesto de observación, un cangrejo se dio cuenta de que la ostra se abría completamente en plenilunio y pensó comérsela.
A la noche siguiente, cuando la ostra se abrió de nuevo, el cangrejo le echó dentro una piedrecilla.
La ostra, al instante, intento cerrarse, pero el guijarro se lo impidió.
El astuto cangrejo salió de su escondite, abrió sus afiladas uñas, se abalanzó sobre la inocente ostra y se la comió.
Así sucede a quien abre la boca para divulgar su secreto: siempre hay un oído que lo apresa.

Fin

Caperucita y Los Aves

Aquel invierno fue más crudo que de ordinario y el hambre se hacía sentir en la comarca. Pero eran las avecillas quienes llevaban la peor parte, pues en el eterno manto de nieve que cubría la tierra no podían hallar sustento.
Caperucita Roja, apiadada de los pequeños seres atrevidos y hambrientos, ponía granos en su ventana y miguitas de pan, para que ellos pudieran alimentarse. Al fin, perdiendo el temor, iban a posarse en los hombros de su protectora y compartían el cálido refugio de su casita.
Un día los habitantes de un pueblo cercano, que también padecían escasez, cercaron la aldea de Caperucita con la intención de robar sus ganados y su trigo.
-Son más que nosotros -dijeron los hombres-. Tendríamos que solicitar el envío de tropas que nos defiendan.
-Pero es imposible atravesar las montañas nevadas; pereceríamos en el camino -respondieron algunos.
Entonces Caperucita le habló a la paloma blanca, una de sus protegidas. El avecilla, con sus ojitos fijos en la niña, parecía comprenderla. Caperucita Roja ató un mensaje en una de sus patas, le indicó una dirección desde la ventana y lanzó hacia lo alto a la paloma blanca.
Pasaron dos días. La niña, angustiada, se preguntaba si la palomita habría
sucumbido bajo el intenso frío. Pero, además, la situación de todos los vecinos de la aldea no podía ser más grave:
sus enemigos habían logrado entrar y se hallaban dedicados a robar todas las provisiones.
De pronto, un grito de esperanza resonó por todas partes: un escuadrón de cosacos envueltos en sus pellizas de pieles llegaba a la aldea, poniendo en fuga a los atacantes.
Tras ellos llegó la paloma blanca, que había entregado el mensaje. Caperucita le tendió las manos y el animalito, suavemente, se dejó caer en ellas, con sus últimas fuerzas. Luego, sintiendo en el corazón el calor de la mejilla de la niña, abandonó este mundo para siempre.

Fin

La Leona

Los cazadores, armados de lanzas y de agudos venablos, se acercaban silenciosamente.
La leona, que estaba amamantando a sus hijitos, sintió el olor y advirtió en seguida el peligro.
Pero ya era demasiado tarde: los cazadores estaban ante ella, dispuestos a herirla.
A la vista de aquellas armas, la leona, aterrada, quiso escapar. Y de repente pensó que sus hijitos quedarían entonces a merced de los cazadores. Decidida a todo por defenderlos, bajó la mirada para no ver las amenazadoras puntas de aquellos hierros y, dando un salto desesperado, se lanzó sobre ellos, poniéndolos en fuga.
Su extraordinario coraje la salvó a ella y salvó a sus pequeñuelos. Porque nada hay imposible cuando el amor guía las acciones.

Fin

La Humilde Flor

Cuando Dios creó el mundo, dio nombre y color a todas las flores.
Y sucedió que una florecita pequeña le suplicó repetidamente con voz temblorosa:
¡No me olvides! ¡No me olvides!
Como su voz era tan fina, Dios no la oía. Por fin, cuando el Creador hubo terminado su tarea, pudo escuchar aquella vocecilla y se volvió hacia la planta. Mas todos los nombres estaban ya dados. La plantita no cesaba de llorar y el Señor la consoló así:
-No tengo nombre para ti, pero te llamarás "Nomeolvides". Y por colores te daré el azul del cielo y el rojo de la sangre. Consolarás a los vivos y acompañaras a los muertos.
Así nació el "nomeolvides" o mío-sota, pequeña florecilla de color azul y rojo.

Fin