jueves, 23 de septiembre de 2010

¿Cuál es la probabilidad de llegar a convertirse en un Hombre Light?

Hace unos días, fui al casino de juegos, lugar que considero de distracción y esparcimiento, pero también un lugar de consumismo absoluto, y por que lo digo; la mayoría de la gente que asiste al casino, va con un sólo afán, el de ganar pero sin medir lo que va a gastar, es cierto que no está adquiriendo un bien tangible pero si está invirtiendo, con el propósito de sentir el goce de ganar (situación que no siempre ocurre), el placer por el juego; juego que a veces se convierte en un vicio que ciega e incapacita al hombre para pensar y razonar sobre su accionar, y es cuando el ahorro del mes, el dinero destinado para el colegio, los chicos, la casa, etc., se esfuma y lo mejor es que sin razón aparente, y es así como muchos comienzan a cuestionarse ilógicamente de que forma gastaron tanto dinero, para lo cuál hay solo una respuesta, el no saber auto-restringirse más aún sabiendo que se va perdiendo.
Y es aquí donde caemos un poco en lo que dice Enrique Rojas en su Hombre Light, el cuál tiene dos pilares: el hedonismo y la permisividad. Su código es la búsqueda de placer y el refinamiento; plantea que disfrutar de la vida es psicológicamente sano; sin embargo, el frenesí de diversión sin restricciones acarrea la muerte de los ideales.
El hedonismo lleva al consumismo que se concibe como una nueva forma de libertad y que tiene su raíz en la publicidad masiva y las ofertas bombardeantes; como por ejemplo, las luces de colores y glamour, los signos pesos y las chicharras de las maquinas que se ven y escuchan en el casino; las que nos incitan a jugar. La permisividad, por otro lado, significa “atreverse a todo”, en la cuál convive una revolución sin finalidad ni programa, que conlleva el derrumbamiento axiológico y que ya pocas cosas logran sorprendernos. De aquí surge el hombre al que no le preocupan la justicia, los problemas sociales, los grandes temas del pensamiento. Este hombre es cada vez más vulnerable, y con la sola misión de buscar el placer.
Es aquí donde me pregunto ¿quién pone el freno?; por un lado la sociedad, que según nuestro autor es quien convierte e insita al hombre en un Hombre Light sin mayor trascendencia y muy consumista, y por otro lado,  estamos nosotros que nos dejamos convencer y llevar por esta vía fácil que no requiere de mayores preocupaciones…Entonces, ¿ser o no ser un Hombre Light?

miércoles, 11 de agosto de 2010

¿Qué es ser feliz?

Hace unos días en una reunión entre amigos, conversábamos de todo un poco y salio el tema de las parejas, los hijos, las relaciones, etc. y una de las presentes dijo algo como “si yo no tuviera a mi pareja o si no tuviera un hijo, no tendría por quien hacer lo que hago, en parte, mi vida no tendría sentido, no seria feliz”. Luego de ese comentario, surgieron varias opiniones en acuerdo y desacuerdo; para algunos, felicidad es dinero en la billetera, cerveza en el refrigerador, ropa nueva; para otros, la felicidad representa un suceso, una carrera brillante, o simples hechos considerados importantes (aunque en la realidad carezcan de relevancia). Y para otros tantos, ser feliz es conocer el mundo, tener un conocimiento profundo de las cosas. Más, para mí ser feliz es diferente. Ser feliz es ser persona, es tener vida, felicidad es la familia reunida, es vivir sin llegada, sin partida. Es soñar, es llorar, es sonreír. Si bien todo en la vida es relativo, relativa también es la idea que cada uno tiene de la felicidad y lo respeto, pero soy partidaria de que de uno depende la propia felicidad,  de que uno es quien determina ser feliz en cada situación y en cada momento de la vida, ya que si la felicidad dependiera de alguien o de algo mas estaríamos en serio problemas, por que estaríamos a expensas de algo ajeno a nosotros para ser felices.
Todo lo que existe en esta vida cambia continuamente, el ser humano, el cuerpo, el clima y así una lista interminable de cosas. Es por lo que, creo que uno es quien decide ser feliz y lo demás, son experiencias y/o circunstancias y personas como la familia, las parejas, los hijos, amigos que ayudan a que seamos felices y son parte de esta felicidad.
Y como decía Aristóteles, ser feliz es ser humano en el más pleno sentido de la palabra. Es por lo que ser feliz es una actitud ante la vida y cada uno decide.


lunes, 7 de junio de 2010

Todo a ultima hora...

Vivimos en un mundo que va muy deprisa, y nos apura a nosotros en el camino…estamos constantemente pensando en el mañana, en lo que tenemos que hacer y lo que no, a donde tenemos que ir, si llegamos o no a la hora, en fin en lo ultimo que uno piensa antes de acostarse a dormir y en lo primero que se acuerda al levantarse por la mañana; el análisis habitual de la rutina diaria. Pero, nos ponemos a pensar cuando fue la última vez que les dijimos a nuestros padres que los amamos, ya que gracias a ellos existimos, o a nuestros hijos que son lo mejor que nos ha pasado o haberle dado un abrazo fraterno a un amigo, el decirle te quiero; el hecho de darnos tiempo para un café junto a la familia, a los seres queridos, en vez de llegar a mirar televisión o sentarse frente al computador.

No vivimos en una burbuja, nuestros gestos, miradas, actitudes influyen de una u otra forma en quienes nos rodean, en nuestra familia, contexto social, ámbito laboral, por lo que, detengamos un instante el tiempo, y como en psicología nos preguntamos ¿Quién soy? ¿Para donde voy? ¿Que es lo que quiero?, ahora debemos de pensar ¿Qué es lo que tengo?, ¿Quienes estan a mi lado? ¿Cómo soy con ellos? O somos tan farsantes para esperar hasta ultima hora y decir lo que en realidad sentimos…cuantos amores se han perdido, cuantos amigos y a veces las mismas familias se pierden por la simple razón de no saber decir te quiero, te valoro. Vasta con un gesto de cariño, de aprecio, un saludo para saber que hay alguien a quien le importo y que hay alguien que a mí me importa.

Por esencia somos entes sociales, necesitamos del otro para crecer, aprender, relacionarnos, no perdamos lo poco que nos queda como seres humanos y que nos diferencia aun de los animales, la capacidad de sociabilizar, de entablar relaciones, de comunicar mucho a veces con muy poco. En este caso no son las vueltas las que dejan, sino nuestros actos.

martes, 18 de mayo de 2010

Es distinto con guitarra

Mucha veces predicamos que aceptamos e integramos lo diferente,la diversidad,pero ¿en que sentido o de que forma?Teniendo en cuenta que la diversidad abarca rasgos físico,psíquicos,culturales,educativos,entre otros;pero hay diferencias mas notorias,que existen en gran mayoría en nuestra sociedad y a las que no le damos mayor espacio:la discapacidad,personas que no son incapaces sino que tienen capacidades distintas a las nuestras.Seres humanos que se ven cotidianamente tocados por la problemática que implica su difícil acceso a los distintos ámbitos de la existencia,enfrentados a los obstáculos que conlleva el adecuado ejercicio de sus derechos;implicancias y proyecciones que sitúan al cuerpo social en el imperativo ético de elaborar y desarrollar un pensamiento que contribuya y no destruya;sino basta con que cada uno haga recuerdo sobre algún caso que pueda haber presenciado u oído o simplemente imaginar situaciones sobre el particular para darse cuenta de lo que hablo.

El paradigma de la integración social de las personas discapacitadas debe descansar en las concepciones del principio de normalización,según el cual es preciso tender al no establecimiento de regímenes que promuevan la creación de servicios especializados para las personas con discapacidad,sino favorecer su incorporación a todos los servicios que utiliza habitualmente el resto de la gente,efectuando las adaptaciones necesarias.

La expectativa,esta en torno a un proceso de integración social que radica en gran medida en el cambio de mentalidad,en crear y reforzar un espíritu optimista frente a lo que pueden aportar a la sociedad,desarrollando cada uno sus propias potencialidades y enfrentando los desafíos de la vida como lo hace cualquier otro actor social.Es cierto,que una persona discapacitada,tiene limitación en alguno de los instrumentos que incluye la tipología humana,pero es hábil para desarrollar cualquier actividad compatible con su condición y quizás mas,y con las adecuaciones funcionales necesarias,la persona discapacitada podrá cumplir lo que se le encomiende y ser evaluada y considerada como cualquier otro individuo.La disposición de aceptar esto exento de imágenes lastimeras,garantiza el recto camino hacia la verdadera integración social.

lunes, 3 de mayo de 2010

No se vive de casualidades

La angustia y el temor que producen tener que enfrentarse a ciertas realidades poco agradables, han hecho que los seres humanos, desde mi punto de vista, comparen la vida con un juego de azar: nada está relacionado con nada, todo es una simple casualidad, donde algunos salen ganando y otros perdiendo. Y así, apostamos cada mañana por nuestra suerte y lloramos por las noches cuando la fortuna no nos ha favorecido. Es por lo que a los propios defectos de falta de voluntad, indiferencia y cobardía, se añade la disculpa fácil de un "mundo malo y cruel", contra el que el hombre nada puede hacer. El resultado aparece claramente en que por ejemplo, si vivimos en un desorden cósmico, donde los acontecimientos siguen la única ley de la casualidad, ¿para qué preocuparse por algo? Lo que se reducen entonces a simples "cábalas" necesarias para rasguñar alguna parte de la suerte que la vida distribuye caprichosamente. Y ante los fracasos, jamás hay responsabilidad personal: la vida cruel y la casualidad son los culpables de la situación, y la conciencia humana se enquista más y más en la disculpa de la impotencia ante el destino.

Es por lo que propongo que cambiemos el concepto de casualidad por el de causalidad, mucho más certero y comprobable en la naturaleza entera. Causas y efectos que iría relacionando los hechos de modo que la existencia sería una larga cadena, donde cada eslabón tiene su sentido propio y de unión, tanto con el eslabón que le precede como con el que le sigue. No hay hechos casuales. Todo viene de algo y se dirige hacia alguna parte. La ciencia, inteligentemente, busca el "por qué" de los fenómenos que nos rodean. Hay explicaciones para el día y la noche, para las distintas estaciones del año, para la germinación de una semilla, para la gestación de la vida física... Pero cuando se topa con el misterio, cuando faltan las explicaciones, y cuando es pobre nuestra comprensión, se prefiere la muletilla de la casualidad, antes que conceder la presencia latente de una ley causal que aún debemos desentrañar.

Cada uno de nuestros actos tiene una razón. Cada gesto, cada sonrisa, cada lágrima, cada impulso de valor, cada sensación de fuerza interior, cada sentimiento de compasión y amor, vienen de semillas de una misma naturaleza. Y cada uno de nuestros actos, también genera un efecto que será igualmente de la misma naturaleza, en lógica concordia. El Amor viene del Amor y genera Amor; el odio viene del odio y genera odio.

Sin casualidades, y con causalidades, somos responsables de nuestros propios destinos. Y tras el ideal de todos, de tener un mundo mejor cada día, debemos asumir el compromiso de que como seres humanos, concientes y capaces de construirse día a día, somos responsables de nuestro propio destino, que nuestras acciones tiene consecuencias sean buenas o malas las que tarde o temprano nos repercuten y que nada pasa por que si, todo tiene una razón de ser, aunque a veces no la descubramos o averigüemos en el momento.

martes, 20 de abril de 2010

Compatibilizar o coaccionar...


Lograr la paridad entre hombres y mujeres en el mundo económico esta siendo mas difícil que en lo político.


En un gesto extremo de discriminación positiva, países europeos llegaron al acuerdo que el 40% de los puestos de los directorios o consejos de administración debían ser ocupados por mujeres. Esto fue en el año 2003, recién en el 2008 se comenzaron a ver los cambios.

Acá en Chile la realidad es otra, hay mujeres que ocupan cargos correspondientes a la dirección de empresas, pero la diferencia es que el sueldo es un 40%menos al de un hombre en el mismo puesto.

La pregunta es, ¿cómo cambiar la realidad?, teniendo en cuenta que las capacidades de las mujeres como las de los hombres son las mismas y la necesidad de surgir también.

En un modo muy particular de ver las cosas, creo esta segregación se debe no por el hecho de ser mujer sino por ser madre, ya que para las empresas en general es una limitante tener a una mujer en la jefatura, sabiendo que llegara el punto en que se deba compatibilizar la maternidad con el trabajo: la flexibilidad de horario, la disponibilidad de una guardería, si la tiene, la ausencia en la etapa prenatal y postnatal, permisos especiales y/o licencias cuando sean necesarias. Si una mujer es autosuficiente para compatibilizar el trabajo, con la crianza y el sustento de sus hijos, por que no las empresas implantan medidas de compatibilidad similares.

Debido a las escasas medidas que existen para aunar el trabajo con la maternidad, es por lo que las mujeres muchas veces se ven obligadas a escoger entre la maternidad y la carrera profesional. Seria iluso pensar que no se pueden hacer estas dos cosas a la vez; por lo que siento que es una necesidad reformar un poco las políticas de selección de personal, la asignación de cargos y por supuesto, la remuneración debiera ser la misma para las mujeres que para los hombres; para así lograr que si una mujer asciende a cargos administrativos o jefaturas, sea por sus propios impulsos y por que en realidad hay medidas de conciliación que se lo permiten.

sábado, 27 de marzo de 2010

¿Buena o mala suerte?


A pesar de ser un campesino muy pobre, tenía un
caballo extraordinario, tan fino que el señor
del castillo quería comprárselo, pero el viejo
labriego se rehusaba a vendérselo. 
 -Para mí, este caballo no es solamente un animal,
es un amigo. ¿Cómo puedo vender yo a un amigo?
Una mañana el labrador entró al establo y no
encontró a su caballo. Al enterarse, los
vecinos le dijeron: 
 - Te lo advertimos. Debiste haber vendido el
caballo, te negaste y ahora te lo robaron.
!Qué mala suerte tienes! 
El viejo hombre les respondía:

- ¿Mala, o más bien buena suerte? 
Todos se burlaban de él.

Dos semanas después, el caballo regresó
seguido de una manada de potros salvajes.

Su corcel había escapado detrás de una hermosa
yegua y retornaba ahora con la manada entera
siguiéndolos.

- ¡Qué suerte! -exclamaron los vecinos. 
El viejo hombre inició entonces con su hijo
la tarea de domar los caballos. Una semana más
tarde, el muchacho se rompió una pierna entrenando
a los potros.

- ¡Qué infortunio! ¿Quién lo va a relevar, si no
tiene cómo contratar a un reemplazo? -comentaron
los vecinos.

El anciano les contestó:

- ¿Mala, o buena suerte?

Pasaron unas semanas, cuando de repente el ejército
real llegó al pueblo y enlistó a los jóvenes en sus
filas. 
Todos fueron enrolados excepto el hijo del viejo,
quien no les interesó, porque tenía una pierna
fracturada.

- ¡Qué suerte tienes! -le dijeron los vecinos
llorando-. A nuestros hijos se los llevaron a la
guerra y probablemente morirán, mientras tu hijo
permanecerá contigo.

Conmovido, el viejo hombre replicó:

- Buena o mala suerte, ¿quién sabe? ...

La vida es más rica y generosa que
nuestra imaginación. Todo lo que nos sucede, por muy
difícil y doloroso que sea, está cargado de tesoros
y posibilidades. Es por lo que hay que abrir el corazón y la mente. Usar la fuerza
y el coraje para buscar lo mejor de cada situación. Así
haremos más llevaderas las adversidades. Se podran usar
para crecer y sobretodo contribuir a nuestra felicidad y a
la de quienes nos rodeas.

lunes, 15 de marzo de 2010

La invisible pero eterna lucha de las clases






Nunca he utilizado categorías marxista para comprender la realidad social, pero sería ingenuo pensar que en nuestra sociedad de la abundancia y del capitalismo, a veces desbocado, no existe una latente lucha de clases. A pesar de que esta terminología se ha esfumado del imaginario colectivo e inclusivo de los partidos herederos de la tradición marxista, no cabe duda de que persiste el conflicto entre grupos social y económicamente desiguales. Mientras algunos pueden plantear como hacer de su vida un proyecto dotado de sentido, realizarse como ciudadanos, la gran mayoría de seres humanos del planeta solamente tratan de sobrevivir un día más, de persistir en la existencia superando grandes barreras.
Sabemos que, en muchos países pobres, un buen número de personas se ven forzadas a asumir papeles que no les gustan, simplemente para poder sobrevivir. Desarrollan arduas tareas, trabajos inhumanos a cambio de un día más de existencia. Estas personas, por lo general, no encuentran en esos papeles la realización que anhelan. La frustración existencial les invade y cuando gozan de un poco de ocio, lo convierten en una fuente de consumo y de distracción.
Las fábricas y las oficinas no son lugares habituales donde la gente pueda expresar una auténtica afirmación de la personalidad. La gente no es feliz en empleos monótonos y enfocados al negocio. En esos enclaves profesionales, la mayoría de las modalidades de actividad no promueven la libre expresión de las ambiciones, las aspiraciones legítimas, ni mucho menos la vocación personal. Se sobrevive trabajando y olvidando los sueños. Incluso son hasta contraproducentes estos, en el sentido de que no generan una disposición relajada, libre y por tanto alegre.
Pongamos por caso el de un obrero de una fábrica de conservas. Si se le ha asignado la tarea de meter sardinas en las latas antes de que éstas sean selladas definitivamente, cada segundo estará llenando una lata traída por una cinta transportadora que funciona entre siete y nueve horas y que mueve de veinte a treinta mil latas al día. Un año de trabajo supone seis millones de golpes monótonos. Es una faena penosa y agotadora. Tal trabajo es una forma de enajenación, de negación del ser personal. El obrero se convierte en un apéndice de la máquina. Como consecuencia de ello, el trabajador aspira, con ansia y brevísimas pausas el final de la jornada. El contexto fabril, el monótono trabajo de las oficinas, la gris y desalentadora función pública son ámbitos de la vida donde la satisfacción personal escasea mucho y donde la autoestima pende de un hilo.
En estos contextos, encontramos a muchas personas privadas de las formas esenciales de gratificación. Este hecho modifica el sentido de la lucha de clases. No se trata tanto de una lucha por los bienes, sino de una circunstancia que provoca aflicción y que aumenta aún más la diferencia entre ricos y pobres.
Mientras que algunos ciudadanos del mundo pueden contar con sus recursos financieros para hacer realidad la promesa de la realización o gratificación instantánea, las personas de clases pobres o que simplemente no tienen acceso a ciertos beneficios,  dependen de escasos recursos para su propio tipo de gratificación o realización.

viernes, 19 de febrero de 2010

¿Dolor o sufrimiento?...


Es difícil utilizar palabras que para cada persona pueden significar algo distinto, para referirme a experiencias que todos los seres humanos tenemos; por lo que voy a asumir que el dolor tiene que ver con lo físico, y el sufrimiento lo empezamos y lo terminamos con nuestro pensamiento y no depende de la realidad o de lo que pasa en nuestro entorno.


El dolor tiene que ver con la vida, el sufrimiento con la actitud, con los pensamientos, con nuestras creencias.

Puedes tener un gran dolor y no estar sufriendo (el deportista que entrena sus músculos o el enfermo con buena actitud) o puedes sufrir mucho aunque lo tengas todo

El dolor tarde o temprano, en mayor o menor grado, será inevitable.

El sufrimiento solo esta relacionado con tus pensamientos, con tus expectativas, con la manera como esperas que sean las cosas, que actúen las personas, que sean las circunstancias o como has aprendido que debes sentirte ante ellas.

El sufrimiento es proporcional a la expectativa, entre mas grande sea la expectativa mayor será el sufrimiento, acepta la realidad y bajara el sufrimiento, tu no puedes cambiar la realidad o a los demás, pero si lo que tu esperas.

En mi mente creo la expectativa de…

Por ejemplo me digo, si esa persona a quien yo amo, no hace lo que yo espero, significa que yo no soy importante y por lo tanto yo deberia sufrir.

Pero soy yo misma quien esta creando la expectativa, quien interpreta si se cumple o no y quien decide si sufro o no y por cuanto tiempo.

O pienso, tengo que lograr esto o aquello para yo ser una persona valiosa o exitosa, esa es mi expectativa, si no lo logro, decido yo, significa, que soy una persona fracasada que no vale nada, luego decido yo, debo sufrir y sentirme mal.

Quizás Aprendí que determinada circunstancia o conducta de alguien me debe doler o me debe hacer feliz, por ejemplo si no tengo dinero debo sufrir, si tengo debo ser feliz.

El que mis padres o hermanos, no actúan como yo espero, yo debería sentirme… no es por lo que hagan es como yo decida sentirme, el que yo decida sufrir no altera el amor, pero si mi paz interior… y la relación!

Ahora, que algunas veces aunque no quiera, emocionalmente voy a sufrir, como cuando, muere o sufre un ser querido, o cuando alguien cercano me decepciona, no es que yo decida sufrir, por supuesto me duele, sin embargo lo que sienta en gran parte depende de la manera que he aprendido a esperar o a sentir.

Los budistas enseñan que la muerte es parte de la vida, por eso su actitud ante el fallecimiento de alguien cercano en general es mas serena y tranquila, mientras en occidente aprendemos que la muerte es una perdida, por eso nos duele mas, por que nos han enseñado a que lo normal es que sintamos dolor.

Aun en nuestra propia familia, en donde probablemente hemos tenido los mismos aprendizajes, ante una perdida o una decepción emocional cada quien la asume de manera diferente.

Sencillamente por las condiciones, las reglas y las consecuencias que en su mente cada uno estableció que necesita para sentirse feliz o para sufrir,

Esas son las reglas que cada uno se impone en el juego de su vida.

Podemos sufrir por que nos han enseñado que para ser “normales” debemos sufrir, pero también podemos alimentar, alargar o acentuar el sufrimiento, con nuestros pensamientos o podemos decidir hacer lo posible para curar la herida lo más pronto posible.

En la cultura occidental a muchos de nosotros nos enseñaron a reforzar el pensamiento de sufrimiento, nos enseñaron que sufrimos por que las cosas pasan, no por nuestra actitud ante las cosas

Sin embargo:

El sufrimiento es alimentar el pensamiento de drama, de auto compasión de víctima.

El pensamiento de sufrimiento crea una actitud de derrota de desesperanza.

La actitud de sufrimiento es como ponerle una lupa al dolor para que se perciba mas grande y crear auto compasión en nuestra mente, emociones y ante los quienes nos rodean.

La actitud del sufrimiento es menospreciar o quitarle valor a todo lo demás que es grato y valioso

La actitud del sufrimiento hace el muerto mas pesado, para quienes están alrededor y hace más difícil el dar y recibir apoyo.

La actitud de sufrimiento puede ser también una forma responsabilizar al otro de mi fracaso, para que se haga evidente lo que el otro hizo, como si al sentirme o estar mal le cobrara una cuenta al otro (y a veces el otro ni se entera)

El sufrimiento es el resultado de un pensamiento errado, en el que te estas invalidando o estas haciendo indispensable para tu vida, algo que no lo es, por que si en este instante no tienes por lo que estas sufriendo o determinada circunstancia no es como quieres y sigues viviendo, significa que hoy, en este instante, puedes vivir sin ello.

Con seguridad hubo un tiempo en tu vida, que ni sabias que existía por lo que hoy sufres y sin embargo vivías y hasta eras más feliz!

El sufrimiento es opcional:

Cuando me siento ansiosa, nerviosa, insegura o miedosa, es una alarma compasiva del universo, que me dice que le estoy dando importancia a un pensamiento errado, de que necesito algo o a alguien para ser feliz

¡Cuando en este instante tengo todo para ser feliz!

sábado, 30 de enero de 2010

Amar es...

Como saber si esta creando relaciones balanceadas y como decírselo al otro


Aunque te cuenten mil veces que es el amor, solo sabrás lo que es, cuando lo vivas, por que tu corazón te lo dirá con claridad, sin importar lo que tu mente o lo que otros opinen pero también tienes que escuchar a tu corazón, cuando te diga, que lo que vives no es amor, aunque tu mente y otros te repitan que lo es…

Y lo sabrás con claridad por que sentirás que en ese momento se esta rompiendo tu alma, que te estas traicionando… Y no puedes permitir nunca! que en nombre del amor… mueras en vida!

¿Quien no ha visto cometer injusticias y agresiones en nombre de Dios o en nombre del amor?

Cualquiera puede sentirse con derecho de justificar sus palabras o acciones por destructivas o insensibles que sean con el otro si dice hacerlo por Dios o por Amor

Cuantas guerras, torturas, juicios o estigmas de personas en nombre de Dios.

Y ni contar las violencias familiares, destrucciones o auto destrucciones, celos, asesinatos, en nombre del amor.

Yo no creo en esas expresiones que definen el amor como dar todo a cambio de nada, o amar incondicionalmente a pesar de todo o el amor por encima del bien y del mal.

Esas son generalizaciones bien intencionadas, pero que en la práctica crean desbalances, injusticias y dolor y al aplicarlas alguien probablemente terminara dando todo y otro recibirá sin dar nada y quizás sin valorar lo que le están dando.

Entiendo que el amor tiene que ver con respeto, con cuidar los intereses y necesidades tanto de si, como del otro, con crecer, sentir orgullo por si y por el otro.

No pretendo decir que no hay dificultades, desilusión, sufrimiento, dolor y dudas en el amor, pero en una relación saludable estos sentimientos son transitorios.

Cuando sientas que ese afecto te haciendo daño, que esta siendo destructivo, que no te deja ser feliz, crecer o expresar lo mejor de ti, es por que quizás el verdadero amor ya no esta presente.

Ahora, si alguien no es sensible a tu dolor esa persona no merece ni tu amor, ni tu dolor

En los afectos habrá momentos para dar mas o para recibir mas y solo cada uno podrá decir en cada situación particular que es o no es balanceado.

El amor no lo entiendo sin el balance, sin pensar en dar lo mejor de si, tanto para el otro como para si mismo.

Los padres que les dan a sus hijos sin pedirles nada a cambio, terminan creando seres egoístas y tiranos que esperan que el mundo les de todo, solo por el trabajo de patalear gritar o exigir, sin agradecer ni valorar el esfuerzo del otro.

Los padres que le sacan todo en cara a los hijos y los tratan como unas cargas y les exigen sin valorar lo que ellos aportan a sus vidas, crían hijos inseguros, débiles, que probablemente cuando adultos busquen relaciones en las ellos maltraten o se dejen maltratar.

En las parejas cuando uno da y soporta todo y el otro recibe y exige, sin pensar en los esfuerzos o necesidades del otro, terminan por lo general reventando por la rabia, traición, enfermedad o alejamiento.

Los maestros que dan todo a sus alumnos sin exigirles a cambio, por lo general pierden el respeto de sus estudiantes, al igual que aquellos que no dan nada y solo exigen.

Creo para que las relaciones crezcan y funcionen es importante estar consciente en cada momento de valorar lo que se recibe del otro, que es tan importante como valorar lo que se aporta.

Cuando se da sin valorarse así mismo, por lo general el otro no lo aprecia y termina sintiéndolo mas como una obligación del otro que como un acto generoso.

También es importante reconocer tanto de las necesidades propias como de las del otro.

¿Como se puede cuidar de verdad del otro si uno no se cuida a si mismo?

Cada quien en la relación es responsable de saber cuando es demasiado, de plantearle al otro de una manera constructiva los limites y las necesidades de manera oportuna.

La primera vez es el otro el responsable de haber causado la herida, de no haber sido sensible con el otro o de romper un acuerdo, a la segunda vez el responsable es quien acepta, quien aguanta, quien no pone límites o distancias.

Expresarle al otro sus límites y cuidar los del otro, de una forma constructiva es una manera de cuidar la relación de construir un espacio de respeto y apertura.

Y después de todo, no te reproches, por que el amor es una extraordinaria oportunidad de aprendizaje, felicítate por permitirte amar, por que cada amor es una oportunidad, de amar mejor… de vivir mejor… la vida es amor.

miércoles, 20 de enero de 2010

Soledad o solitario......


Quién no disfruta estar solo consigo mismo, está en muy mala compañía.


Quiero distinguir entre estar solo y no tener con quien compartir aspectos personales o íntimos, o el sentimiento de soledad que es una actitud que no está relacionada con los demás, es mi propia percepción de que a nadie le interesa lo mío.

Es muy diferente estar solo que sentir la soledad, puedo dormir en la misma cama con alguien o estar en una fiesta familiar íntima, plena de afectos y de calidez y sentir una gran soledad.

O estar en un cuarto lejos de todos y todo de lo que me es cercano y sentir que puedo estar bien conmigo, sabiendo que la vida tiene momentos para estar compartiendo con otros o momentos para estar conmigo mismo.

En nuestra cultura nos enseñan que es doloroso estar solo, que nos debemos sentir mal cuando no tenemos compañía, si nos gusta o disfrutamos de la soledad somos un poco raros, se dice con frecuencia, pobrecita de esa persona que esta sola.

Sin embargo en el día a día y entre más avanza nuestra vida probablemente más pasaremos tiempo solos.

En mi vida he aprendido que mas importante que con quien estoy o que hago, es como me siento conmigo, si tengo paz o no en mi corazón, mi mente y mis emociones.

Por que en ultimas aunque este con otras personas, primero estoy conmigo mismo.

Es determinante DECIDIR estar bien, sentirse bien, sentirse feliz;

Por supuesto que existen situaciones o personas, que nos afectan o nos causan dolor, pero cada uno, en cada instante tiene la opción de hacerlo más o menos doloroso, más o menos duradero.

Mientras viva, no importan las circunstancias cada persona tiene el poder de decidir, que pensamientos o que sentimientos alimenta y como se siente consigo misma o en relación con los demás.

Imagine que usted quiere hacer una fiesta para una persona muy querida y muy cercana, para eso quizás usted arregla con detalles su ambiente, hará lo posible por que sus otros invitados, sean personas gentiles que tengan buenas palabras y buenos sentimientos y si nota algo negativo

o que va a dañar el ambiente buscara de la mejor manera, pasar discretamente el momento difícil.

para así con la suma de todo esto crear un momento especial.

Ahora piense en que usted sea la persona invitada, como le gustaría que le recibieran? que le trataran? que se relacionarán con usted en ese momento?

En cada instante usted puede decidir si en su interior, se permite invitados desagradables, que son los pensamientos negativos, sus juicios, sus reproches o auto reproches o invitados agresivos como los resentimientos, la envidia, la rabia, la culpa que son despiadados y destructivos.

Entonces si quiere invitados agradables decida con DETERMINACIÓN crear un espacio grato dentro de si, háblese con calidez y gentileza, trátese en su interior como trataría a sus invitados mas apreciados, háblese de la misma manera, tenga cuidado en la manera como se comunica consigo mismo, resalte en sus pensamientos lo que le gusta de usted, de su vida, asuma responsabilidad sobre lo que quiere mejorar y reconozca su fuerza y su capacidad de hacerlo.



Agradézcase y valore sus esfuerzos, sus logros, sus afectos, sus momentos gratos, revívalos con gratitud no con nostalgia o con auto reproches.

Y si a veces le es difícil controlar sus pensamientos haga deporte, pinte, baile, practique un pasatiempos que disfrute y que considere constructivo para su vida .

La diferencia entre sentir la soledad o la intimidad, es el tipo de fiesta o mejor de ambiente que usted crea en su interior

En la soledad los pensamientos o emociones que invita y que alimenta en su interior son de reproche autocompasión y dolor, de miedo e incertidumbre.

Para sentir la intimidad usted decide crear un templo en su interior, en el que los invitados son la alegría, la gratitud, la flexibilidad, la aventura y la confianza de que pase lo que pase, la vida es un regalo maravilloso, en el que cada instante se puede vivir feliz.

Usted sabe, quienes de sus cercanos viven sufriendo y quejándose de soledad o quienes son aquellos que disfrutan en la intimidad, que gozan de su propia compañía, por que aquellos que sienten la soledad con frecuencia son personas que critican, es difícil estar con ellos, transmiten ansiedad o angustia, con esa actitud acentúan su inconformidad y cada vez menos, otros querrán compartir su compañía; Mientras que quienes disfrutan su intimidad, emanan tranquilidad, serenidad, alegría, es muy fácil estar con ellos.

Quien no quisiera estar a su lado, por que esas personas saben disfrutar de su propia compañía.

Usted no necesita razones para estar feliz, para disfrutar que mas razón que pensar que usted se lo merece!!

martes, 12 de enero de 2010

Los 7 pecados capitales


Los reconocidos o tradicionales “siete pecados capitales”, la lujuria, la gula, la avaricia, la pereza, la ira, la envidia y la soberbia, son un conjunto de vicios opuestos a la enseñanza moral que el Catolicismo y el Cristianismo transmiten. Cada uno de ellos fue recopilado y clasificado por San Gregorio Magno (540 – 604 d.C.), también conocido como Gregorio I, el sexagésimo cuarto Papa de la Iglesia Católica.


Posteriormente, el poeta italiano, Dante Alighieri, los integro en la redacción de “La Divina Comedia” (c.1308-1321), un poema teológico considerado hoy en día una obra maestra de la literatura italiana y mundial. También otros artistas europeos tuvieron su parte en la promulgación de estos pecados capitales, gracias a la idea de utilizarlos como fuentes de inspiración en sus grandes obras.

Mas allá de esto, la comunidad religiosa ha debatido durante años el verdadero contenido de los mismos llegándose, en muchos casos, a diferentes interpretaciones con sus respectivos castigos.


El primero en encabezar la lista, la lujuria, ha sido definido como aquel pecado que incluye pensamientos o deseos obsesivos o excesivos de naturaleza sexual o en palabras de Dante, “el amor excesivo por los demás”. El castigo correspondiente a la lujuria incluye el ser asfixiado en fuego y azufre.


La gula, el segundo vicio, ha sido interpretada como el consumo excesivo de comida y bebida aunque antiguamente se utilizaba para señalar toda clase de exceso. Aquellos que cometieran este pecado serian forzados a comer ratas, sapos, lagartijas y serpientes vivas.



La avaricia ha sido considerada como un pecado muy similar a la lujuria o a la gula pero aplicada a la adquisición de riquezas en particular. Su castigo, el ser colocado en aceite hirviendo.


La pereza, ha sido catalogada como la “tristeza de ánimo” que nos aparta de las obligaciones espirituales o divinas. La misma nos llevaría a una fosa con serpientes.


La ira ha sido descrita como un sentimiento no ordenado, ni controlado, de odio y enojo. El resultado de este acto seria el desmembramiento.


La envidia, el sexto pecado capital, se relaciona con la avaricia, sin embargo, la envidia desea algo que alguien más tiene, y que percibe que hace falta. Este pecado se castiga sumergiendo al acusado en agua helada.


Por ultimo, la soberbia o el orgullo, el deseo por ser más importante o atractivo que los demás, es considerado el mas grave de los pecados capitales y fuente de los mismos. El mismo era penalizado con el cruel método de tortura conocido como “La rueda”.








"un vicio capital es aquel que tiene un fin excesivamente deseable de manera tal que en su deseo, un hombre comete muchos pecados todos los cuales se dice son originados en aquel vicio como su fuente principal". Santo Tómas de Aquino

Y tú, ¿ Con cual te identificas?...




jueves, 7 de enero de 2010

Realmente, ¿todo en lo que creemos exíste?



Un labrador oyó un ruido bajo la rueda del rastrillo de su arado.
Miró con curiosidad y descubrió desenterrado un cofre lleno de
monedas de oro.

¡Qué suerte! Lo tomó y lo enterró profundamente en su jardín.

"¿Qué hacer con eso?" se preguntó. Se imaginó todo lo que podría
comprar y decidió... cualquier cosa, finalmente para resolverse.
Este cofre lleno de monedas de oro sería su seguridad
en caso de una dura temporada.

Y tal seguridad cambió su carácter: de precavido
llegó a ser relajado, de gruñón pasó a ser agradable y eliminó su intolerancia,
de hecho, vislumbró una vida hermosa y feliz, sabiendo que aunque llegaran tiempos duros, podría hacerles frente.

Sus últimas horas llegaron y antes de morir,
reunió a sus hijos y les reveló su secreto.

Murió instantes después.

El día siguiente, sus hijos cavaron en el lugar indicado,
encontraron el cofre, pero ¡qué sorpresa, estaba VACÍO! Pues las monedas habían sido
robadas al labrador desde hace más de 10 años.

¿Qué es entonces lo interesante de esta historia? Es ver que no es
el hecho de ser rico lo que le dio seguridad y felicidad, sino la IDEA de que tal
riqueza y felicidad existían. No es el hecho en sí mismo sino su interpretación.

¿Es realmente el hecho en sí mismo el que lo hacer ser malo, o el
poder que tú le otorgas a esos pensamientos
Esta historia dará otras lecciones, pero sobre todo
la de recordar ese poder que tenemos en cada momento de
cambiar nuestros pensamientos de negativos a positivos.