martes, 18 de mayo de 2010

Es distinto con guitarra

Mucha veces predicamos que aceptamos e integramos lo diferente,la diversidad,pero ¿en que sentido o de que forma?Teniendo en cuenta que la diversidad abarca rasgos físico,psíquicos,culturales,educativos,entre otros;pero hay diferencias mas notorias,que existen en gran mayoría en nuestra sociedad y a las que no le damos mayor espacio:la discapacidad,personas que no son incapaces sino que tienen capacidades distintas a las nuestras.Seres humanos que se ven cotidianamente tocados por la problemática que implica su difícil acceso a los distintos ámbitos de la existencia,enfrentados a los obstáculos que conlleva el adecuado ejercicio de sus derechos;implicancias y proyecciones que sitúan al cuerpo social en el imperativo ético de elaborar y desarrollar un pensamiento que contribuya y no destruya;sino basta con que cada uno haga recuerdo sobre algún caso que pueda haber presenciado u oído o simplemente imaginar situaciones sobre el particular para darse cuenta de lo que hablo.

El paradigma de la integración social de las personas discapacitadas debe descansar en las concepciones del principio de normalización,según el cual es preciso tender al no establecimiento de regímenes que promuevan la creación de servicios especializados para las personas con discapacidad,sino favorecer su incorporación a todos los servicios que utiliza habitualmente el resto de la gente,efectuando las adaptaciones necesarias.

La expectativa,esta en torno a un proceso de integración social que radica en gran medida en el cambio de mentalidad,en crear y reforzar un espíritu optimista frente a lo que pueden aportar a la sociedad,desarrollando cada uno sus propias potencialidades y enfrentando los desafíos de la vida como lo hace cualquier otro actor social.Es cierto,que una persona discapacitada,tiene limitación en alguno de los instrumentos que incluye la tipología humana,pero es hábil para desarrollar cualquier actividad compatible con su condición y quizás mas,y con las adecuaciones funcionales necesarias,la persona discapacitada podrá cumplir lo que se le encomiende y ser evaluada y considerada como cualquier otro individuo.La disposición de aceptar esto exento de imágenes lastimeras,garantiza el recto camino hacia la verdadera integración social.

No hay comentarios:

Publicar un comentario