lunes, 30 de noviembre de 2009

Comprensión de lectura


Lectura 1º Año Básico
El patito feo




La mama pata va a tener patitos. Todos loa animales de la granja van a felicitarla.

Los huevos comenzaron a moverse y se fueron rompiendo uno a uno. Cada vez que se rompía un huevo, salía un lindo polluelo diciendo:

- ¡Mama, mama!

Mama pata noto que algo raro ocurría: el huevo más gordo y oscuro no se rompía.

- ¡A este flojo, tendré que ayudarlo! –dijo la mama. Le pego un pequeño picotazo

y el huevo se rompió. ¡Pero que sorpresa! El polluelo era diferente a los demás: grande, feo y oscuro.

-¿Cómo es posible que haya tenido un hijo tan feo?- decía mama pata.

Todos los animales de la granja comenzaron a murmurar loo feo que era el hijo

de la señora pata. El pavo al verlo; le dio un tremendo picotazo, y la mama pata, muy enojada le dijo: ¡Deja tranquilo a mi hijo!

El patito feo estaba muy triste porque nadie lo quería, le daban picotazos y no lo dejaban comer.

-¿Por qué será tan feo? ¡Todos se ríen de mi!. ¡P ero esto se acabo! Si nadie me quiere, me voy a ir de aquí para siempre.

El patito feo se fue, y después de mucha aventuras llego a un lago silvestre.

- De aquí no me moveré.

Llego el invierno y el patito se refugio entre los matorrales para protegerse del frío. Paso el tiempo, y llegó le primavera. Al salir de su refugio vio que todo había cambiado. Todo estaba lleno de plantas hermosas y flores. Caminó hacia el lago y vio a tres hermosos cisnes nadando.

- ¡Qué bellos son! – decía.

Se metió tímidamente al agua, y nado. Vio que los cisnes se acercaban a él, cerró los ojos y espero a ser atacado. Sin embargo, cuando no paso nada, abrió los ojos, y al ver su reflejo en el agua, descubrió que ya no era un patito feo, sino un hermoso cisne, tan bello como los que lo rodeaban.

Uno se los cisnes exclamó:

-¡Miren, tenemos un nuevo compañero!

Todos lo saludaron alegremente. ¡Había encontrado a sus verdaderos hermanos y, por fin fue feliz!



(Hans Christian Andersen)



• ¿Por qué los demás animales no querían al patito? ¿Eran tolerantes?



• ¿Qué le paso al patito durante el invierno?



• ¿Crees que las personas valen por su apariencia física? ¿Por qué?



• ¿Qué te enseña este cuento?




Don Lolo

Lectura 2º Año Basico




Esa tarde don Lolo estaba por cerrar su almacén, cuando escucho un ruido extraño tras el saco de lentejas. Al principio creyó que era el perro del vendedor de diarios, que siempre andaba buscando cosas para comer, pero cuando vio una cabecita morena que se escondía, exclamó, enojado.

- ¡A ver, a ver, muchacho…! ¡Sal de ahí!

El saco de lentejas se movió y… ¡cataplum!, el suelo quedó sembrado de puntitos de color café. Un niño de unos doce años, colorado como un tomate, tartamudeó:

- Perdón.. no me di cuenta -. Y a gatas comenzó a recoger las lentejas.

- ¿Qué hacías ahí, escondido? ¿Se puede saber? -. El almacenero miraba furioso sus mejores lentejas derramadas, pero se arrodillo también para ayudarle.

- Es que, ahora que estoy de vacaciones, ando en busca de trabajo- respondió el niño. Sus ojos negros lo miraron, asustado.

- ¿Busca trabajo? ¿Qué manera de buscar trabajo es esta?

Don Lolo no entendía nada, y se sentó en el suelo, mas enojado todavía.

- entonces ¿es verdad lo que dice la gente de usted? – dijo el niño.

- ¿Que dice la gente?

- que usted es malgenio y enojón – dijo el niño, muy serio.

- y si soy mal genio y enojón, como dicen todos ¿para que vienes a buscar trabajo aquí?

El almacenero estaba sorprendido, y dejó caer un puñado de lentejas.

El niño se quedó en silencio.

- ¡Contesta! – insistió don Lolo.

Miraba fijamente a ese niño que se atrevía a decirle malgenio y enojón sin pestañear siquiera. ¡Nunca nadie se había atrevido a semejante insolencia!

- Lo que pasa es que… es que… ¡Yo esperaba a que usted sonriera! – dijo por fin el niño.

- Un momento, un momento… ¿Tú crees que yo soy un payaso y me río solo, sin motivo? ¿También dicen eso, que me río solo? -. Don Lolo lo miró amenazador.

- ¡No, no, señor! Solo que yo… siempre he pensado que la gente que tiene tantas, tantas cosas – Con una mano mostró el arroz, los tallarines, las conservas, los chocolates -, en algún momento tiene que sonreír. Y yo pensé que el mejor momento para pedirle trabajo, sería cuando estuviera contento. ¡Pero usted no sonrío en todo el día! Y ahora yo lo hice enojar más…

Don Lolo quedó con la boca abierta. Quiso decir algo, pero se arrepintió; los dos estaban en silencio.

Al fin, el almacenero se levantó. Sacudió sus pantalones, y aparentando naturalidad, acarició la cabeza del niño. Y le dijo:

- Bueno, bueno, ya es tarde y tengo que cerrar. ¡Ah! te espero mañana a las ocho en punto. Si quieres conservar tu trabajo como ayudante mío, te recomiendo mucha puntualidad.

Por primera vez en mucho tiempo, sonrío ¡y se sintió muy bien!



(Ana María Güiraldes)



• ¿En qué trabajaba don Lolo?

• ¿Dónde estaba escondido el niño?

• ¿Cómo reaccionó don Lolo cuando vio al niño?

• ¿Qué le pidió el niño a don Lolo?

• ¿Cómo era el almacenero?

• ¿Qué debía hacer el niño para que resulte bien su trabajo?

• Imagina que tú eres vendedor o vendedora ¿Qué te gustaría vender?

 
 
 


El cocodrilo bondadoso



En un enorme bosque lleno de árboles, ríos y pantanos vivían Doris, Arturo y Tomas.

Todas las mañanas debían levantarse muy temprano, pues para ir al colegio era necesario cruzar un ancho río. Quien los transportaba por las aguas, era su amigo el cocodrilo Lucas.

Lucas siempre estaba durmiendo y roncando; le encantaba descansar.

- Despierta Lucas – decía Doris, la ratoncita.

- Tenemos que ir al colegio – gritaba Arturo el sapo.

- Apúrate – chillaba el pato Tomas.

- ¿Otra vez? – decía Lucas - ¡Todos los días lo mismo!

Lucas nunca se enojaba; ronroneando se despertaba y cruzaba a sus tres amigos.

Pero estos le gritaban y lo trataban muy mal.

- ¡Derecho Lucas, no te desvíes! – decía Doris.

- ¡No te muevas tanto, que me caigo! – gritaba Arturo.

- ¡Más rápido! – chillaba Tomas.

Lucas, siempre callado, no decía nada; los cruzaba por las mañanas y luego volvía a dormirse hasta la tarde. A esa hora los llevaba de vuelta a la otra orilla.

- ¡Más rápido!

- ¡Apúrate, tenemos hambre!

- ¡No nos mojes lo libros!

Hasta que un día, los tres animalitos llamaron y llamaron a Lucas, pero este no aparecía.

- ¡Lucas!

- ¡Lucas!

- ¡Lucas! ¿Donde estas?

Al no oírlo roncar, lo empezaron a buscar entre las plantas, cerca de los troncos, por todas partes. Sin embargo, no aparecía.

Muy enojados, pues llegarían tarde a clases, seguían llamándolo a gritos.

Entonces Lucas paso nadando sin detenerse, solo les dijo que había decidido tomar vacaciones de cocodrilos, pues estaba cansado de que le gritaran. Ni él sabia cuanto duraría el descanso.

- ¿Qué haremos? – murmuraron los tres a coro.

Muy preocupados, encontraron una solución.

Conseguirían cuatro tortugas, las pondrías a lo ancho del río y pisando una y otra llegarían al otro lado.

Así Doris, Arturo y Tomas se disponían a saltar.

- ¡Uno!

- ¡Dos!

- ¡Y…!

¡Plaff! ¡Se cayeron!

La cuarta tortuga se había dedicado a bucear.

- ¡No sirve, estamos todos mojados! – gritaron los tres, furiosos.

Hasta que Arturo, el sapo, decidió llevarlos sobre su lomo.

Así, subidos sobre el sapo empezaron a cruzar.

- ¡Más a la derecha! – decía Doris

- ¡Cuidado con la rama! – chillaba Tomás.

- ¡No te muevas! – gritaban a coro.

Arturo, entonces, se cansó, pensó en su amigo Lucas y luego dio un gran salto, a causa del cual sus amigos cayeron de boca al agua.

Cuando trataban de nadar, sintieron algo debajo del agua.

¡Era Lucas! ¡Qué alegría! Lucas entonces los llevó a pasear.

- ¡Qué bien lo haces! – decía Doris.

- ¡Navegas muy bien! – gritaba Arturo.

- ¡Me encanta como nada Lucas! – exclamaba Tomás.

Desde ese día, Lucas trabajó y tuvo vacaciones igual que sus amigos, a quienes ayudaba feliz para que fueran a estudiar.



(Adaptación de Luz Pacheco)



Encierra en un círculo las palabras de cada oración que no correspondan con el sentido del cuento



• Doris, Arturo y Tomas debían cruzar la calle.

• El cuento ocurre en una playa.

• Doris, Arturo y Lucas iban al colegio.

• Lucas ronroneaba, se enojaba y cruzaba a sus tres amigos.

• El cocodrilo pasó sin detenerse, porque había decidido tomar té.

• Arturo, el sapo, decidió llevar a los otros dos en un bote.

• Entonces, Lucas trabajo y tuvo vacaciones igual que sus hermanos.





La bruja Mon

Lectura 3º Año Básico


La bruja Mon estaba rabiosa. Llevaba toda la tarde portándose bien. ¡Ya no podía resistirlo mas!. Necesitaba urgentemente molestar a alguien.

Pensó: Si pasara una niña por aquí, la convertiría en una tortuga. Y miró a lo lejos por el camino del puente, a ver si venia alguna niña. No venia ninguna.

La bruja Mon volvió a pensar: Si pasara un niño por aquí, lo convertiría en un elefante. Y miro a lo lejos, por el camino de la montaña, a ver si venía algún niño. No venia ninguno.

La bruja Mon exclamó:

-¡Qué rabia!

Y siguió caminado y pateando piedra. Cuando llego a la montaña, diviso la boca de una cueva.

- ¡Mira que bien!- se dijo- . Ahí adentro habrá murciélagos. Los convertiré en ballenas y así no habré perdido la tarde.

Se asomo a la cueva y vio las rocas húmedas, el techo altísimo y un túnel oscuro y sin final: pero no encontró ni un solo murciélago.

-¡Que raro!- comento la bruja-. En las cuevas siempre hay murciélagos.

-¡Murciélagos! – repitió una voz.

- Eso es lo que estoy buscando- contestó la bruja distraída-, pero no hay un uno.

-¡Ni uno! – afirmó la voz.

- Es lo que acabo de decir – dijo la bruja, un poco molesta.

-¡Es lo que acabo de decir! – dijo la voz.

La bruja Mon se puso de mal humor.

-¡Yo le dije primero!- grito.

-¡Yo redije primero!- asintió la voz.

La bruja Mon miró hasta el fondo de la cueva para ver quien hablaba; y por mas que miró y remiró no vio a nadie.

-¿Dónde te escondes? – pregunto.

-¿Dónde te escondes? – pregunto la voz.

-¡Yo no me escondo! – protestó la bruja.

-¡Yo no me escondo! – protesto la voz.

Era una voz antipática y chillona. Y a la bruja Mon le parecía conocida, como si fuera de alguien de la familia. ¿De quien podía ser?

- Me da igual. – gruño la bruja -. Sea quien sea, lo voy a convertir en un pez.

Y añadió en voz alta.

-¡Sal si te atreves!

-¡Sal si te atreves! – repitió la voz.

Y la bruja Mon tuvo la sensación de que se estaba riendo de ella.

-¡Me estas haciendo burla!

-¡Haciendo burla! – aseguro la voz.

La bruja Mon se puso tan furiosa que comenzó a darse cabezazos contra las rocas

-¡Voy a convertirte en un pez tonto! – rugió.

Y la voz sin acobardarse, le devolvió la amenaza.

-¡Voy a convertirte en un pez tonto!

-¿A mi? – dijo la bruja Mon -. ¡Jamás¡

Agito su polvorienta varita y dijo rápidamente las palabras secretas:



“Tufa, contusa, tracalatufa.

Chiris, chirabo, chiridinabo.

Mala, malico, maladarico.

Por una vez,

Que salga un pez”



¿Vas a creer lo que sucedió? La voz repitió exactamente las palabras secretas, sin olvidar ninguna. Y la bruja Mon, por arte de magia, se convirtió en un pez.

El otro día la vio dentro de una pecera. ¡Y estaba roja de rabia!

(Pilar Mateos)



• ¿Cómo estaba la bruja?

emocionada – enojada – asustada.



• ¿Qué quería la bruja?

viajar con su escoba – comer murciélagos – molestar a alguien.

• La pretendía convertí a una serie de personajes en animales.


Completa



Personaje Animal

Una niña

Un niño

Un murciélago

El dueño de la voz


• Explica por que se convirtió la bruja en pez.



• Explica por medio de dibujos el cuento que acabas de leer.






Yo así no juego más.

Lectura 4º Año Básico









Si el juego es una carrera

Y solo gana el que llega,

Yo así no juego más.



Si por ganar no importa

que tu te quedes sin torta,

yo así no juego más.



Si el juego es una pelea

y solo gana el pega,

yo así no juego más.



Si estas jugando conmigo

y por ganar te lastimo,

yo así no juego más.



Yo sólo quiero jugar

porque me gusta encontrar

la risa que se perdió.



Yo sólo quiero jugar

porque es la mejor forma

de dejar pasar el sol.



¡No me quieran enseñar

como se debe jugar

que al juego lo invente yo!

• ¿Qué actitudes de tus amigos o amigas te molestan cuando están jugando? ¿Por qué?



• ¿Cuáles son algunas de tus actitudes que pueden molestar a tus amigos o amigas cuando tú juegas con ellos? Descríbelas



• ¿Cómo deberían ser los juegos, según tu opinión?



• Inventa un juego en el que todos sean ganadores.
• La pretendía convertí a una serie de personajes en animales.

Yo así no juego más.




Si el juego es una carrera

Y solo gana el que llega,

Yo así no juego más.



Si por ganar no importa

que tu te quedes sin torta,

yo así no juego más.



Si el juego es una pelea

y solo gana el pega,

yo así no juego más.



Si estas jugando conmigo

y por ganar te lastimo,

yo así no juego más.



Yo sólo quiero jugar

porque me gusta encontrar

la risa que se perdió.



Yo sólo quiero jugar

porque es la mejor forma

de dejar pasar el sol.



¡No me quieran enseñar

como se debe jugar

que al juego lo invente yo!



• ¿Qué actitudes de tus amigos o amigas te molestan cuando están jugando? ¿Por qué?



• ¿Cuáles son algunas de tus actitudes que pueden molestar a tus amigos o amigas cuando tú juegas con ellos? Descríbelas



• ¿Cómo deberían ser los juegos, según tu opinión?



• Inventa un juego en el que todos sean ganadores..

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